Diabetes tipo 1 o infanto-juvenil
Sobre la diebetes tipo 1
La Diabetes tipo 1 es una enfermedad causada por la falta de producción de Insulina en las células Beta del páncreas.
Es distinta de la diabetes tipo 2 o del adulto, tanto en su causa, como en su desarrollo.
Es una enfermedad autoinmune, lo que quiere decir que se producen unos anticuerpos en el organismo que destruyen las células del páncreas encargadas de producir insulina (los encargados de defender nuestro organismo de elementos extraños, han percibido dichas células como enemigas y las han destruido).
Tiene un componente genético y otro ambiental (probablemente una infección viral es lo que pone en marcha el mecanismo).
La Diabetes tipo 1 es una enfermedad causada por la falta de producción de Insulina en las células Beta del páncreas.
El único tratamiento existente en la actualidad consiste en inyectar Insulina. Normalmente se necesitan varios pinchazos de insulina diarios para controlar la enfermedad.
Requiere un aprendizaje importante por parte del paciente de diferentes aspectos de la enfermedad y de su tratamiento.
Es muy importante el papel de la enfermera educadora en diabetes, en las consultas de endocrinología.
La Diabetes tipo 1 es una enfermedad causada por la falta de producción de Insulina en las células Beta del páncreas. Los síntomas aparecen cuando queda solamente el 10-20% de estas células funcionando. Es el inicio de la enfermedad.
¿Qué es la Insulina?
La Insulina es una hormona que se produce en las células ß del páncreas y resulta imprescindible para la vida. Se encarga de transportar la glucosa y permitir su entrada en las células del organismo, donde se utilizará como energía.
Cuando el organismo no genera Insulina es necesario administrarla externamente. Hay diversas formas, la más habitual es por inyección subcutánea, pero también puede administrarse a través de una bomba de infusión, colocando bajo la piel del abdomen un catéter conectado a un dispositivo que inyecta las unidades de insulina programadas.
¿Qué se nota si la glucosa esta alta?
Cuando la cantidad de glucosa en sangre es mayor de 180mg/dl. (cifra variable en los diferentes individuos), el riñón deja escapar azúcar porque su capacidad de contención se ha superado. En este momento podrían aparecer los primeros síntomas:
- Poliuria: aumento de la cantidad de orina
- Polidipsia: aumento de la sed
- Polifagia: aumento de hambre
- Astenia: cansancio
- Pérdida de peso
- Boca seca o pastosa
- Piel seca
- Visión borrosa
Tratamiento
Al empezar el tratamiento, suele ser necesario ajustar frecuentemente las dosis de insulina y, quizás, hacer pequeños cambios en la alimentación
Es un periodo de dudas que obliga a las personas con Diabetes y a sus familiares a estar muy pendientes de la enfermedad y a solicitar ayuda de su equipo médico. Tanto la familia como el propio diabético pueden pasar por una fase de shock, que puede ocurrir cuando nos comunican que tenemos una enfermedad para toda la vida. En la mayoría de los casos, pasado un breve espacio de tiempo, estos sentimientos desaparecerán para dar lugar a la aceptación y control de la enfermedad.
Hay que recordar que tener una vida sana (no fumar, mantener un peso adecuado, hacer ejercicio, etc.) es muy recomendable; no sólo para una persona con Diabetes, sino para cualquier individuo.
Puede ser un buen momento para asistir a cursos formativos sobre el cuidado y control de la Diabetes que se imparten en los propios hospitales y/o en las asociaciones de diabéticos. En los primeros días o semanas tras comenzar el tratamiento puede aparecer una situación que preocupa mucho al diabético: “visión borrosa” que dificulta la realización de actividades de la vida diaria como leer, conducir, ver la televisión, etc. Se trata de una situación pasajera, por un edema transitorio del cristalino. Es transitorio. No deja secuelas en la visión.
Una vez diagnosticado y realizado el curso de educación diabetológica, habrá que hacer revisiones en la consulta de endocrinología/enfermera educadora 3-4 veces al año.
En las visitas, el endocrino indicará la necesidad de realizar análisis y revisiones con el fin de comprobar cómo va el control de tu enfermedad y para evitar la aparición de complicaciones a largo plazo asociadas a la Diabetes (ojos, riñones, pies etc.).
Estudios rigurosos han demostrado que una Diabetes bien controlada reduce muy significativamente el riesgo de padecer estos problemas.
¿Qué tratamiento debo seguir?
Alimentación e insulina son básicas en el tratamiento. La persona con Diabetes tiene que conocer muy bien estas dos herramientas para sacarles la mayor rentabilidad. Por esto, es muy importante que el diabético y su familia tengan mucha información.
Alimentación, medicación y ejercicio físico deberán ir coordinados para conseguir regularidad en los niveles de glucosa sanguínea y lograr los objetivos de glucemia adecuados a cada persona.
El tratamiento insulínico
Quizás, en el momento inicial de la enfermedad, el pinchazo parezca una barrera difícil de superar pero, la mayoría de los pinchazos no duelen y, en 1-2 semanas, carecerán de importancia para la mayor parte de los diabéticos.
Actualmente, en la mayoría de los casos, el tratamiento se realiza con Análogos de Insulina Lenta (1 inyección al día) más Análogos de Insulina Rápida/Ultrarrápida (3-4 inyecciones al día, coincidiendo con las comidas).
También se puede utilizar un dispositivo de administración continua de insulina inyectado de forma subcutánea (bomba de infusión de insulina).
Durante el proceso de aprendizaje, se enseña a ajustar las dosis de insulina que hay que ponerse, de acuerdo a los valores de glucosa en sangre, y a los hidratos de carbono que se coman en cada comida. Es necesario aprender a mirarse la glucosa en sangre en diferentes momentos del día (autocontrol glucémico), y aprender a diferenciar en qué alimentos están los hidratos de carbono y saber contar la cantidad de ellos que comemos, para ajustar las dosis de insulina. No se debe poner la insulina de la comida, sin saber qué se va a comer exactamente (cuidado en comidas fuera de casa).
“Bolígrafos” de insulina
Actualmente para pinchar Insulina se utilizan bolígrafos cargados de insulina. Ahora hay bolígrafos con diferentes concentraciones y unidades de insulina. Los bolígrafos deben estar guardados en el frigorífico, salvo el que esté utilizándose diariamente, porque si la insulina está fría, produce más dolor.
Si ha pasado más de un mes desde que has empezado un bolígrafo, es conveniente que se empiece otro nuevo (el de insulina toujeo dura 6 semanas)
Sistema de infusión continua de insulina.
La bomba de insulina inyecta insulina de forma continua. Esa insulina debe ser pautada por el médico/ enfermera, de acuerdo con el paciente. Requiere un aprendizaje importante sobre diferentes aspectos del tratamiento insulínico de la diabetes.
Es importante recordar que las temperaturas extremas pueden dañar la insulina. Tan importante es evitar el congelador como la exposición al sol durante largo tiempo. Temperaturas entre 0-30º no afectan a la insulina. Con temperaturas superiores a 30º conviene guardarla en cajas de corcho o termos portátiles.
Zonas de pinchazo
La Insulina debe inyectarse en la grasa que está bajo la piel, denominada tejido subcutáneo.
Es muy importante cambiar las zonas de inyección: brazos, abdomen, muslos y nalgas.
Además, es conveniente pincharse en la misma zona, a la misma hora durante varios días. Si, por ejemplo, te pinchas al mediodía en el abdomen, procura hacerlo en el mismo sitio el mediodía siguiente dejando una distancia de 2-3 cm. entre cada uno de los pinchazos.
Al cabo de una semana, es recomendable cambiar la zona de inyección del lado derecho al lado izquierdo del cuerpo y viceversa.
La absorción es distinta según la zona de inyección con las insulinas humanas:
- Más rápido en abdomen
- Intermedio en brazos
- Más lento en muslos y nalgas
Sin embargo, esto no está demostrado que se produzca con los análogos de insulina (que son los actualmente utilizados).
Modo de inyectar la Insulina
En el momento actual, existen diferentes tamaños en las agujas de insulina. Se ha ido reduciendo la longitud porque diferentes estudios demuestran que longitudes más largas pueden llegar al tejido muscular. Ahora se aconseja utilizar las de 5.6 y 8 mm (dependiendo fundamentalmente de la dosis de insulina que se vaya a inyectar).
Si utilizamos agujas de 5,6 u 8 mm en personas con normopeso o sobrepeso (IMC 20-27), no es necesario coger un pellizco en ninguna zona, salvo si la inyección es en la parte exterior del muslo y con una aguja de 8 mm.
Si utilizamos agujas de 5, 6 u 8 mm en personas delgadas (IMC inferior 20), se debe coger un pellizco o pinchar en ángulo de 45º en todas las zonas, excepto en las nalgas donde el pinchazo será en ángulo de 90º y sin pellizco.
¿Por qué cambiar las zonas de inyección?
Es imprescindible cambiar las zonas de pinchazo porque, si no lo hacemos, la grasa que hay bajo la piel puede lesionarse (aumentando o disminuyendo de tamaño) o, simplemente, puede endurecerse.
Se puede producir lo que llamamos lipodistrofias (bultos o endurecimientos de zonas de la piel o atrofias de la misma). Si se pincha en esas zonas (duele menos), la absorción de la insulina puede ser muy variable y dar lugar a hipo o hiperglucemias.
¿Cómo inyectar la insulina?
Debes seguir una serie de pautas para la correcta administración de insulina:
- Lavarte bien las manos.
- Cargar el bolígrafo con dos unidades de insulina y purgar.
- Si utilizas NPH o Mezcla, debes agitar el bolígrafo lo suficiente para conseguir que la mezcla sea uniforme (aproximadamente 20 veces en ángulo de 180º).
- Las insulinas transparentes.
- Elegir una zona de inyección.
- Inyectar según la indicación de la página anterior.
- Esperar 10 segundos, manteniendo apretado el embolo y retirar la aguja en dos tiempos (así, evitamos que la insulina inyectada salga y se deposite sobre la piel).
- No frotar.
- Si sale un poco de sangre, presionar.
Autocontrol
Glucemia capilar
Para saber cuáles son tus cifras de glucosa en sangre tendrás que aprender a realizar glucemias capilares. Es una herramienta imprescindible para el autocontrol.
Mediante esta técnica conocerás si tus glucemias son correctas, elevadas o bajas, lo que te permitirá tomar decisiones para mejorar el control.
¿Qué necesitas para realizar la glucemia capilar?
- Un glucómetro (aparato medidor)
- Una tira reactiva
- Un pinchador o una lanceta
- Un pañuelo de papel
- Un cuaderno de control
Glucómetro
En el mercado existen distintos modelos de glucómetros que miden la cantidad de azúcar en sangre capilar y nos informan si la glucemia está en objetivos.
El resultado obtenido de una medición a otra puede variar entre un 10 y un 20%, incluso con el mismo aparato medidor. Por ello, no tienes que preocuparte si los resultados son distintos en tres determinaciones seguidas (110-100-104); todas serían correctas.
Los glucómetros tienen un rango de medida que va desde 10-20mg/dl. hasta 500-600mg/dl. Si tu glucemia es inferior al rango 10-20mg/dl., en el aparato aparecerá “LO”. Si tu glucemia es superior al rango 500-600mg/dl., aparecerá “HI”.
Cuidados previos:
- Limpiar las manos, para evitar lo conocido como “dedos dulces” que alterarían los valores dando lecturas más altas de las reales.
- Secar las manos para evitar que la gota de sangre se diluya (las manos mojadas podrían dar un valor de glucemia inferior al real).
- Tener las manos calientes o templadas para que la gota de sangre salga con más facilidad.
- Pinchar en los laterales de los dedos, alternando de uno a otro dedo (el pinchazo en la yema del dedo es más doloroso y podemos perder sensibilidad).
Técnica correcta:
- Introducir la tira reactiva en el glucómetro hasta que haga contacto.
- Cargar el pinchador, elegir un dedo, pinchar y estrujar el dedo desde la parte superior hasta su base para extraer una buena gota de sangre.
- Tocar la gota con la tira y esperar a que ésta absorba la cantidad de sangre necesaria.
- Anotar el resultado en el cuaderno de control.
- Retirar y desechar la tira.
¿Y si se me olvida apuntar el resultado?
Los glucómetros tienen memoria y guardan los resultados de tu glucemia con fecha y hora. En cualquier momento puedes recuperarlos y apuntarlos en tu libreta de control. Es importante que tengan puesta correctamente la fecha y la hora.
Hay medidores que te permiten marcar si la glucemia es anterior a las comidas (preprandial), si es 1 o 2 horas posteriores a ésta (postprandial) o si es en otro momento.
Otros aparatos nos permiten hacer medias de los resultados, e incluso, volcar los datos a un programa informático que nos ofrece distintas gráficas: tendencias, variabilidad... Y también descargar en una plataforma en Internet y compartir los datos con tu equipo sanitario.
Es importante que lleves el cuaderno de registro y el glucómetro a las revisiones médicas o a las visitas con la enfermera educadora. En él debes apuntar las incidencias (motivo por el cual crees que has tenido una hipoglucemia, una hiperglucemia, etc.) porque aporta muchos datos que pueden ayudar a adecuar el tratamiento a tus necesidades.
Sistema flash de monitorización de glucosa
Ahora existen sistemas de monitorización continua de glucosa, que nos permiten saber las tendencias de glucosa que tenemos durante las 24 horas del día. Esta información es muy valiosa para ajustar el tratamiento.
Objetivos de control
¿Qué niveles de glucemia y HbA1c hay que conseguir?
Es muy importante conseguir las glucemias recomendadas y, para ello, es preciso modificar las insulinas, las ingestas, etc. De alguna manera, el diabético debe ser su propio médico.
Las glucemias “objetivo” son las siguientes (hay que saber que un diabético tipo 1 puede “acercarse” a estos objetivos, pero es casi imposible de cumplir en todas las ocasiones).
- Glucemia antes de las comidas 80-130 mg/dl.
- Glucemia 2 horas posteriores al comienzo de la comida 80-180 mg/dl.
- Glucemia a la hora de acostarse 100-140 mg/dl.
La hemoglobina glicosilada (HbA1c) es una proteína de la sangre a la que se le pega glucosa. Constituye una medida de cómo se está controlando la Diabetes. Su valor se determina mediante un análisis de sangre o una punción en el dedo y refleja la glucemia media obtenida en los últimos 2-3 meses.
El objetivo de HbA1c debe ser menor de 7%, porque diferentes estudios han demostrado que una HbA1c menor de 7% disminuye el riesgo de padecer complicaciones tardías de la Diabetes (cegueras, infartos, complicaciones vasculares, ictus, fallos cardíacos o amputaciones). Por eso, es un parámetro muy importante a evaluar en las revisiones de los diabéticos. La HbA1c refleja cómo ha estado el azúcar en sangre durante los 2-3 últimos meses antes de la determinación.
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