Enfermedad cardiovascular
- żQué es la enfermedad cardiovascular?
- Síntomas
- Diagnóstico y pruebas complementarias
- Factores de riesgo
- Cálculo del riesgo cardiovascular
- Prevención
¿Qué es la enfermedad cardiovascular?
La enfermedad cardiovascular es un grupo amplio y variado de enfermedades originadas por la disminución del riego sanguíneo en una zona del cuerpo y, en algunos casos, por hemorragias localizadas.
Constituyen en la actualidad la principal causa de enfermedad, discapacidad y mortalidad en los países occidentales y también en Euskadi.
El motivo más común, aunque no el único, es la obstrucción de las arterias por lesiones de aterosclerosis, con o sin trombosis añadida.
La aterosclerosis es producto del deterioro de la pared de las arterias por depósitos de grasas (lípidos) y otros materiales, que producen pérdida de elasticidad, estrechamiento progresivo y posible obstrucción completa por formación de coágulos (trombos) en su interior.
Aunque la aterosclerosis puede afectar a cualquier arteria del organismo, tiene especial repercusión en:
- Las arterias que proporcionan riego sanguíneo al corazón (arterias coronarias), ocasionando angina de pecho o infarto agudo de miocardio (cardiopatía isquémica).
- Las arterias del cuello (carótidas) y cerebrales, ocasionando ictus (accidente o ataque cerebrovascular agudo).
- Las arterias de las extremidades inferiores, ocasionando obstrucción aguda o crónica.
Autoras
Dra. Nekane Murga Eizagaechevarria. Cardióloga. OSI Bilbao-Basurto
Dra. Miren Morrillas. Cardióloga. OSI Bilbao-Basurto
Síntomas
Lo que daña los vasos sanguíneos del cuerpo es la formación de unos engrosamientos en la pared, lo que dificulta el paso de la sangre y que son llamadas placas de ateroma: lo que se denomina aterosclerosis o ateromatosis.
Las placas de ateroma son pequeños depósitos de grasa que se desarrollan en el interior de las arterias y que las estrechan y pueden dificultar u obstruir el flujo de la sangre.
La presencia de ateromatosis en la pared de las arterias puede no dar ningún tipo de síntoma hasta que obstruyen el paso de la sangre y producen la lesión en alguna parte de nuestro cuerpo (ictus cerebral, infarto cardiaco, claudicación de las piernas).
Durante el tiempo que se van formando las placas de ateroma en la pared de los vasos no se producen síntomas, la persona no es capaz de percibir que se están formando estas placas. En ocasiones, estas placas se rompen o dejan al descubierto la grasa de su interior, favoreciendo la formación de trombos de sangre, tapones de sangre que se pegan a la pared del vaso sanguíneo, lo que puede provocar el cierre brusco y que no pueda pasar la sangre de repente.
Las consecuencias de este cese brusco de sangre, es la falta de oxígeno en la zona a la que da riego ese vaso sanguíneo. Si esta zona que sufre es el corazón, por el cierre de las llamadas "arterias coronarias" es cuando se provocaría un infarto. Si el territorio en el que se cierra el vaso sanguíneo es el cerebro, la consecuencia es un ictus cerebral.
Diagnóstico y pruebas complementarias
Electrocardiograma
Nuestro corazón tiene una especie de cablecitos, a través de los cuales se transmite un impuso eléctrico, que consigue hacer que las paredes del corazón se contraigan simultáneamente (se cierren y se abran todas las partes del corazón a la vez). La actividad eléctrica que se produce en la zona alta del corazón y se transmite por los cables que existen a lo largo de todas las paredes del corazón permite que el bombeo del corazón se produzca de forma correcta.
El electrocardiograma o electro mediante unos electrodos (pegatinas o ventosas) que se colocan en el cuerpo, consigue captar la actividad eléctrica del corazón:
- Nos permite ver dónde se produce y cómo va la actividad eléctrica a lo largo del corazón.
- Registra la actividad eléctrica con unas líneas o curvas.
- La actividad eléctrica del corazón se visualiza en una pantalla o se imprime en papel.
La actividad eléctrica del corazón habitualmente es rítmica, regular. En reposo, la electricidad y por lo tanto el latido ocurre entre 60 y 100 impulsos por minutos.
Cuando el impulso eléctrico no es regular aparece la arritmia.
Cuando el latido es lento lo llamamos bradicardia y cuando se produce la electricidad de forma rápida se provoca una taquicardia.
Según cómo va la electricidad a lo largo del corazón, podemos conocer si el corazón es de tamaño normal, si tiene cicatrices o falta de oxígeno, entre otras alteraciones.
Por lo tanto, el electrocardiograma nos aporta información variada e importante.
Con un electrocardiograma podemos conocer cómo se produce el latido del corazón (regular, irregular, lento, rápido) y también con el electrocardiograma podemos conocer cómo se encuentran las paredes del corazón, mediante la forma en que transmite la electricidad.
Es una prueba que puede detectar arritmias, la angina de pecho y los infartos, pero no es infalible. Hay zonas del corazón que no son vistas por el electrocardiograma (pequeñas o muy alejadas de los electrodos). También hay enfermedades cardiacas que no son vistas por el electrocardiograma (puede que en un momento no alteren la electricidad que va por el corazón) y en otro momento sí cambie la electricidad (por este motivo se van repitiendo los electrocardiogramas a lo largo del tiempo y se van comparando, para ver si hay cambios).
- ¿Cómo se realiza un electrocardiograma?
Es una prueba sencilla. Que no tiene riesgos.
Se colocan unos electrodos (cables con ventosas o pegatinas) en el pecho y en las piernas de la persona, que se debe encontrar tumbado.
Hay que preparar y limpiar la piel. En ocasiones, puede ser necesario en varones con bello depilar pequeñas zonas del pecho.
- ¿Tiene contraindicaciones o riesgos?
No tiene contraindicaciones o riesgos.
- ¿Es necesario el consentimiento informado?
No es necesario.
Ecocardiograma
Mediante la utilización de ultrasonidos (utilizando unas ondas de forma similar a un sonar, sin radiación), se realiza el ecocardiograma (eco).
Haciendo un eco de corazón se puede valorar el tamaño, el movimiento y la fuerza de las paredes del corazón, ya que nos permite ver su movimiento. También el ecocardiograma reconoce el funcionamiento de las válvulas que se abren y cierran en el interior del corazón, así como el tamaño de la aorta (el vaso sanguíneo principal que sale del corazón) y del pericardio (la bolsa que rodea al corazón).
- Ecocardiograma.
- Ecocardiograma de esfuerzo.
- Ecocardiograma de estrés.
- Ecocardiograma transesofágico.
Habitualmente el Ecocardiograma se realiza al paciente tumbando con el pecho descubierto, colocado en posición latera. El médico o en ocasiones un técnico, acerca al pecho un transmisor (llamado transductor) que lo va moviendo por diferentes sitios del pecho y capta imágenes que va viendo en una pantalla y grabando o sacando fotografías. Con las diferentes posiciones del aparato va viendo el corazón desde diferentes sitios.
Haciendo un eco de corazón se puede valorar el tamaño, el movimiento y la fuerza de las paredes del corazón, ya que nos permite ver su movimiento
En ocasiones es necesario apretar el transductor contra el pecho, para poder conseguir una mejor imagen, pero no es una prueba dolorosa ni tiene riesgos. La duración de la prueba es variable, no suele prolongarse más de 20 a 30 min.
Habitualmente se utiliza el ecocardiograma para valorar si el corazón está agrandado o dilatado y su fuerza de bombeo. Si las válvulas del corazón no funcionan adecuadamente se puede ir viendo si se agrava.
A partir de la valoración de cómo se mueven las paredes del corazón es posible conocer si el corazón tiene una zona que no se mueve como una cicatriz provocada por un infarto (y así conocer si es un infarto grande o pequeño).
¿Qué preparación necesita el Ecocardiograma?
- No es necesario acudir en ayunas y puede tomar la medicación. En ocasiones, puede ser necesario colocar los electrodos del electrocardiograma, para valorar la relación entre la actividad eléctrica y el movimiento del corazón.
¿Necesita consentimiento informado el ecocardiograma?
- No.
¿Qué contraindicaciones o riesgos tiene el Ecocardiograma?
- No tiene contraindicaciones, ni riesgo, ni radiación.
En ocasiones se puede solicitar un ecocardiograma para valorar cómo se comporta nuestro corazón con el esfuerzo. Para ello se realiza inicialmente una valoración del corazón estando en reposo y se vuelve a realizar después de realizar una prueba de esfuerzo. Es lo que llamamos un Ecocardiograma de Esfuerzo. Según la respuesta del movimiento del corazón con el esfuerzo o el comportamiento de la sangre en las válvulas podemos valorar la respuesta del corazón al esfuerzo. Tiene los riesgos de la prueba de esfuerzo y se debe firmar un consentimiento informado.
Si la persona no puede realizar el esfuerzo, se puede administrar una medicación que provoca que suban las pulsaciones de forma brusca y de esta forma valorar la respuesta del corazón como si la persona realizara un esfuerzo, es lo que se conoce como una ecocardiografía de estrés farmacológico.
Habitualmente la medicación que sube las pulsaciones es bien tolerada y tiene riesgos provocados por forzar el corazón.
Es necesario firmar consentimiento.
En algunos pacientes, puede ser interesante conocer cómo es la parte de atrás del corazón, (donde se encuentran la válvula mitral y la aurícula), localizados en la parte posterior del tórax, la zona más alejada de la pared torácica pero que están próximos al esófago. Por este motivo, se introduce un transductor delgado por la boca del paciente hasta el esófago y se consiguen imágenes mejores de estas zonas. Es una prueba conocida como ecocardiograma transesofágico.
Es una prueba parecida a la gastroscopia (los tubos que se meten al estómago) pero más finos. Puede ser un poco molesta, pero se administra un tranquilizante suave.
Debe acudir en ayunas y acompañado.
Tiene el riesgo de introducir una sonda por la boca y es necesario el firmar un consentimiento.
Holter de electrocardiograma
Esta prueba consiste en grabar la actividad eléctrica del corazón (el electrocardiograma) durante un periodo de tiempo prolongado y mientras el paciente realiza su vida cotidiana.
Habitualmente el Holter se realiza durante un periodo de 24 horas (a veces 48 horas).
Por lo tanto, es necesario colocar los electrodos o cables en el pecho de la persona junto a un aparato o sistema para su grabación. La grabadora suele llevarse en bandolera, en el bolsillo en la cintura con una sujeción, aunque es muy variable.
Con esto colocado la persona acude a su domicilio. El electrocardiograma que se va realizando a lo largo del día y de la noche se graba en el dispositivo y posteriormente se puede revisar en una pantalla o imprimir.
Habitualmente se utiliza para confirmar si lo que está notando el paciente (mareos, palpitaciones, dolor) está asociado a cambios en el ritmo o latido cardiaco. También sirve para valorar si el paciente sufre arritmias que pueden durar periodos de tiempo variable (aparecen y desaparecen).
Cuando se coloca el Holter, al paciente se le suele entregar una hoja para que describa las actividades que realiza a lo largo del día y si presenta algún tipo de síntoma. Es lo que se suele llamar "Diario de actividades o síntomas". Que el paciente rellene en este diario lo que va notando, nos va a permitir confirmar con quú se relacionan los síntomas o los hallazgos observados en el trazado electrocardiográfico.
Como se va a revisar cómo ha funcionado su corazón a lo largo del día y de la noche, es importante que cuando lleva el Holter realice una vida normal o incluso activa (nos interesa que estimule al corazón) y que escriba las actividades que va realizando (correr o subir escaleras), sobre todo que notifique si nota las palpitaciones o el dolor que queremos saber si se debe al corazón.
- ¿Qué preparación necesita el Holter?
Es necesario colocar los electrodos y que se mantengan durante un periodo de tiempo prolongado, por lo que en ocasiones es necesario retirar el pelo de la persona (depilar) y preparar la piel (evite darse crema hidratante las horas antes a su colocación ya que puede favorecer que se despeguen los electrodos).
- ¿Necesita el consentimiento informado?
No.
- ¿Qué contraindicaciones o riesgos tiene el Holter?
No tiene contraindicaciones o riesgos.
Las personas desorientadas o con demencia puede que se lo retiren o que les cause nerviosismo al no comprender su utilidad.
MAPA (toma de tensión de 24 horas)
Es una prueba que permite registrar la presión arterial del paciente durante un periodo de tiempo prefijado. Se utiliza un aparato conocido como Holter de tensión, que está formado por un esfingomanómetro portátil (aparato que mide las cifras de tensión arterial) conectado a un grabador que registra los datos obtenidos para su posterior estudio. Según se haya programado, el dispositivo infla y desinfla el manguito, registrando los valores obtenidos. El paciente sólo debe mantener el brazo quieto mientras se realiza la operación.
El holter de tensión es una prueba muy útil para detectar y realizar el seguimiento de los hipertensos que presenten un diagnóstico dudoso o un seguimiento complicado. Es también una prueba muy utilizada en Cardiología y permite estudiar las caídas bruscas de tensión que pueden ocasionar síncopes de repetición.
Se coloca un manguito en el brazo bajo la ropa y un grabador en un cinturón alrededor del cuerpo o en un bolsillo. Puede hacer su vida normal, aunque deberá anotar las horas en las que realiza las diferentes comidas, la toma de determinados fármacos, la realización de esfuerzos físicos, la hora en la que se va a dormir, etc. Debe acudir al centro donde le han colocado el aparato en el lapso de tiempo que le hayan indicado y allí se lo retirarán. Este estudio no causa ninguna molestia, excepto la incomodidad de llevar el aparato y la sensación de que le aprietan el brazo varias veces al día.
No necesita consentimiento informado.
Cuando una arteria que da riego al corazón o arteria coronaria sufre una ateromatosis (o depósito de grasa en la pared del vaso sanguíneo), se produce una estrechez de la zona por la que pasa la sangre y por tanto, un menor riego de una zona del corazón.
- ¿Cómo desobstruir las arterias coronarias?
- Precauciones ante un cateterismo
Esta estrechez de los vasos sanguíneos del corazón, llamados habitualmente "las coronarias", puede dejar un trozo de músculo cardiaco sin riego y en consecuencia, esa parte de la pared del corazón queda débil para bombear.
Si la estrechez de la arteria coronaria no es completa, se produce una falta de sangre en la zona a la que esa arteria da riego y se provoca una angina de pecho (zona del corazón débil, que puede avisar doliendo, pero el tejido cardiaco está vivo).
Si la estrechez de la arteria coronaria es completa, se produce una obstrucción total, deja de pasar la sangre totalmente. La zona del corazón a la que da riego esa arteria obstruida se queda sin recibir nada de sangre, produciéndose un infarto (zona del corazón muy débil, que avisa al principio con dolor, pero puede quedar el tejido cardiaco muerto totalmente con una cicatriz permanente, sino se abre rápido la arteria obstruida).
Por este motivo es tan importante acudir rápido al hospital cuando una persona empieza con un dolor en el pecho que puede ser un infarto. Puede que el corazón haga una complicación como una arritmia que puede tratarse fácilmente en el hospital o por los servicios de urgencias y por otra parte, puede abrirse el vaso sanguíneo, el trozo de corazón recibe sangre y no muere completamente. El infarto o la necrosis que queda es más pequeña en un infarto en el que la arteria responsable (que se ha obstruido) se abre precozmente.
Técnica para desobstruir los vasos del corazón
Realizando un cateterismo es posible, en la mayoría de las ocasiones, desobstruir los vasos sanguíneos del corazón. Mediante un cateterismo o coronariografía se llega hasta el corazón a partir de una punción en la zona femoral (ingle) o en la radial (brazo). Inicialmente con un contraste se reconoce si existen lesiones u obstrucciones en las coronarias.
Mediante un cateterismo, se introduce por la ingle o por la muñeca y se llega con unos catéteres o "cables delgados" al corazón.
Las técnicas que llegan al corazón desde el exterior, sin cirugía, se llaman "percutáneas" o "a través de la piel". Lo que consigue abrir un vaso y volver a mejorar el riego sanguíneo donde no lhabía. Se llama "revascularización".
A través de estos catéteres, desde la zona que se ha pinchado y dejado un introductor, se pueden introducir y llevar hasta las arterias del corazón unos globos desinflados, que posteriormente se hinchan con presión. Es lo que se llama angioplastia.
A través de los catéteres, se pueden introducir y llevarlos hasta las coronarias, unos muelles plegados y dentro de estas arterias se despliegan (se abren como un paraguas). Al desplegar o abrir el stent en el interior del vaso se consigue abrir la arteria y mantenerla abierta (es como poner un andamio). Este procedimiento es lo que se llama colocación de stent (revascularización percutánea con stent).
El stent está hecho de un material sintético, no provoca alergias, que posteriormente no da ningún problema (sin riesgo en aeropuertos o en la resonancia, queda colocado en la arteria y no se puede retirar (en un futuro, probablemente, serán de un material que se reabsorba y llegue a desaparecer).
Cuando hay un infarto o una angina de pecho se utiliza la angioplastia (balón que abre la pared de la arteria) o se coloca un stent coronario (muelle que se expande y permite el flujo de sangre). Con estos procedimientos se consigue abrir el vaso sanguíneo y mejorar el riego sanguíneo de las paredes del corazón.
Al conseguir abrir el vaso obstruido y mejorar el riego del corazón, mediante angioplastia o stent, se puede mejorar los síntomas que produce la enfermedad coronaria. La falta de riego del corazón produce síntomas como la angina de pecho o el infarto agudo de miocardio. Al reducir la estrechez de las arterias del corazón además de mejorar la situación del paciente, también puede mejorar el funcionamiento o bombeo del corazón.
Cuando una persona acude a un hospital por un infarto agudo de miocardio, lo más probable es que tenga una arteria del corazón cerrada o casi obstruida totalmente. Por este motivo, se le va a aconsejar realizar un cateterismo de urgencia (en las siguientes horas a su llegada).
Sabemos que cuanto antes se realice el cateterismo y se consiga abrir la arteria responsable del infarto que se está produciendo, se podrá salvar mísculo cardiaco y el infarto será de menor tamaño.
Recuerde. Cuando se produce un infarto el tiempo es músculo cardiaco. Cuanto más se tarde en abrir la arteria, más músculo cardiaco queda dañado de forma irreversible. El realizar un cateterismo y abrir la arteria con un stent durante un infarto cardiaco o un ataque de corazón reduce el tamaño del infarto.
Precauciones ante un cateterismo
Para realizar un cateterismo (aunque se llegue a realizar una angioplastia o a colocar un stent) no se necesita anestesia, únicamente se administra un tranquilizante, pero el paciente se mantiene despierto durante todo el procedimiento.
El cateterismo es un procedimiento que se realiza de forma rutinaria en muchos hospitales, es generalmente seguro, pero existe un pequeño riesgo de complicaciones serias. Las complicaciones más frecuentes son el sangrado, el hematoma, el daño renal por el contraste, el ataque cardiaco o la embolia. La posibilidad de fallecer es menor del 2%.
En la zona donde se realiza la punción para introducir los catéteres, puede quedar un hematoma o moratón durante los días posteriores al cateterismo, que poco a poco va desapareciendo.
Antes del cateterismo es conveniente realizar una analítica de sangre. Es importante conocer el funcionamiento de los riñones (avise si tiene insuficiencia renal) y también debe avisar si ha tenido alguna vez alergia en las pruebas que utilizan contraste (urografía, escáner), ya que el cateterismo utiliza contraste con yodo.
En caso de que tome anticoagulantes se debe retirar el sintrón y sustituir por heparina. Los nuevos anticoagulantes no deben tomarse el día que se va a realizar el cateterismo y consulte a su médico y avise en el hospital de que los está tomando y la última dosis que ha tomado. Otra medicación que se aconseja retirar para realizar el cateterismo, durante los dos días anteriores es el Dianbem, utilizado para la Diabetes o glucosa elevada. El resto de medicaciones no hay problema en tomarlas, pero consúltelo con su médico.
La mayoría de la gente se va a casa al de unas horas de que le realicen un cateterismo y se permanece ingresado 1 ó 2 días cuando realizan en el cateterismo, una angioplastia o colocan stents.
Es importante realizar unos cambios en el estilo de vida después de la angioplastia o colocación del stent para prevenir que otras arterias se tapen. Es muy importante dejar de fumar.
Existe la posibilidad, poco frecuente, en menos de un 5% de las ocasiones, que una arteria que ha sido dilatada con angioplastia o stent vuelva a obstruirse y suele ocurrir en los 6 meses siguientes al procedimiento. Esto se conoce como reestenosis. En los meses siguientes a la dilatación o colocación de un stent puede producirse la formación de un trombo en el vaso sanguíneo, para evitarlo se deben tomar unos fármacos llamados antiagregantes durante meses.
Gracias a la angioplastia y la colocación de stent, es posible abrir vasos que están obstruidos o cerrados y conseguir que vuelvan a recibir sangre las paredes de su corazón. Son técnicas que se realizan de forma habitual en los hospitales y que tienen poco riesgo, mejorando la calidad de vida de las personas.
En pocos días, puede comenzar a realizar actividades diferentes (paseos, actividad sexual) e ir incrementando de forma progresiva lo que va haciendo. Consulte con su médico y siga las recomendaciones de ejercicio.
¿Cuáles son los factores de riesgo más importantes?
Las lesiones de aterosclerosis son más frecuentes e importantes en las personas que presentan determinadas características, conocidas como factores de riesgo vascular (FRV), que es una característica biológica o una conducta que aumenta la probabilidad de padecer una enfermedad vascular o de fallecer a causa de ella.
Es posible tener uno o varios FRV, en cuyo caso la probabilidad no se suma, sino que habitualmente se multiplica.
Recuerde: Los factores de riesgo que incrementan el riesgo de que se forme ateromatosis y de que aparezca en personas más jóvenes son:
- Un estilo de vida inadecuado:
- Fumar.
- Ausencia de actividad física (vida sedentaria).
- Obesidad.
- Una dieta no saludable (rica en grasa y proteínas).
- Excesivo consumo de sal.
- Excesivo consumo de alcohol.
- Factores de riesgo tratables con fármacos o modificables:
- Tensión arterial elevada.
- Colesterol elevado.
- Triglicéridos elevados.
- Glucosa elevada/Diabetes.
- Insuficiencia Renal.
- Factores de riesgo no modificables – no se pueden cambiar:
- Antecedentes familiares.
- Sexo masculino.
- Menopausia precoz.
- La edad. Cuanto mayor eres es más probable la formación de placas de ateroma.
Uno de los factores de riesgo es la edad, y así las placas de ateroma se van formando y son más frecuentes según las personas se van haciendo mayores, pero la presencia de los otros factores de riesgo provoca que se generen precozmente en personas más jóvenes.
Por otra parte, los factores de riesgo favorecen que las placas de ateroma se rompan, provocando cierres bruscos y la formación de trombos. La rotura de las placas de ateroma son la causa de la mayoría de los problemas graves de salud de origen vascular.
Existen factores de riesgo vascular que no se pueden modificar, como la edad, el sexo y los antecedentes familiares.
Otros son modificables y están más relacionados con los estilos de vida y con el entorno, como es el caso del exceso de peso, la falta de actividad física y el consumo de tabaco.
Los factores de riesgo más importantes incluyen la hipertensión arterial, el tabaquismo, la dislipemia (exceso de colesterol y otras grasas en sangre), la diabetes y el exceso de peso.
Estos son básicamente los que tienen una asociación más fuerte con la enfermedad vascular y, además, son más frecuentes en la población, aunque es relativamente frecuente que las personas desconozcan que presentan uno o más factores de riesgo.
Hipertensión arterial (HTA)
Es la elevación persistente de la presión de la sangre en las arterias y su diagnóstico tiene que ser llevado a cabo por un profesional sanitario mediante tomas repetidas de la presión arterial (PA) en varias ocasiones, siguiendo unas condiciones adecuadas para la medida de la PA.
En la mayoría de los casos (90% o más), la hipertensión no tiene una causa conocida, y se llama HTA esencial. En el resto puede haber alguna causa que se puede corregir. Los factores que facilitan la aparición de la HTA son entre otros la edad, la herencia, la obesidad, el estrés, el consumo excesivo de alcohol y el consumo excesivo de sal.
Tabaco
El consumo de tabaco es un FR de primer orden y está considerado como el principal factor de riesgo modificable en la EV. El tabaco contiene sustancias que afectan directamente a la pared de las arterias produciendo aterosclerosis, pero también provocan la producción de trombos en su interior. Es importante resaltar que el tabaco no sólo produce efectos perjudiciales a quienes fuman sino también a las personas que respiran el aire contaminado con el humo del tabaco.
Dislipemias
El colesterol y otros tipos de grasas pertenecen a un grupo de moléculas del organismo que se conocen como lípidos, de ahí que las alteraciones de las grasas, se llamen dislipemias.
De todas las grasas, es el colesterol el que tiene un papel protagonista en el desarrollo de aterosclerosis y, por tanto, de EV. Existen varios tipos de colesterol, pero fundamentalmente hay que conocer dos: el colesterol HDL (lipoproteínas de alta densidad) y el colesterol LDL (lipoproteínas de baja densidad).
El colesterol HDL se encarga de recoger el exceso de colesterol de los tejidos y la circulación y transportarlo al hígado, para que desde allí sea eliminado después a través de la bilis. Por eso, el colesterol HDL tiene un efecto protector (beneficioso) sobre el desarrollo de la EV, y tener un nivel bajo de C-HDL también aumenta el riesgo de EV.
Existen varios tipos de colesterol, pero fundamentalmente hay que conocer dos: el colesterol HDL (lipoproteínas de alta densidad) y el colesterol LDL (lipoproteínas de baja densidad)
El colesterol LDL lleva el colesterol a través de la circulación sanguínea desde el hígado a los distintos tejidos del cuerpo para nutrir a las células. Cuanto mayor sea el nivel de colesterol LDL en la sangre, mayor es la posibilidad de que éste se deposite en las arterias (aterosclerosis) y, por tanto, mayor es el riesgo de padecer una EV.
Existen dislipemias primarias, que suelen ser familiares, y otras secundarias, que se deben a factores como la alimentación, la toma de algunos medicamentos o el exceso de peso, o de enfermedades como la diabetes.
Diabetes
La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por un aumento de la concentración de glucosa (un tipo de azúcar) en la sangre, como resultado de problemas en la producción o el funcionamiento de la insulina.
Cuando esta situación se mantiene durante años, las arterias empiezan a sufrir daños y puede dar lugar a problemas de pérdida de visión, de la función renal, infartos de miocardio, ictus cerebrales y amputaciones de las piernas. Es decir, la diabetes es una enfermedad que se comporta como un factor de riesgo.
El principal factor no modificable que predispone a la diabetes es la edad.
Hay otros que en su mayoría son modificables, como el sobrepeso y la obesidad, el tipo de alimentación y la falta de actividad física.
Obesidad
Está aumentando en las sociedades desarrolladas como una epidemia, al mismo tiempo que lo hace la diabetes tipo 2. Ambos procesos están íntimamente ligados al estilo de vida actual. La obesidad tiene un efecto multiplicador sobre la EV, de manera que multiplica por 2 la probabilidad de tener un ictus, por 2,8 la muerte súbita y por 1,5 la cardiopatía isquémica según el estudio Framingham. La mayor frecuencia de obesidad se ha atribuido a factores genéticos, a los estilos de vida sedentarios y a la amplia disponibilidad de alimentos con alto contenido en grasas. Es beneficioso consumir los alimentos recomendados en la dieta mediterránea. El indicador que se utiliza de forma universal para definir el sobrepeso y la obesidad es el Índice de Masa Corporal (IMC). Este valor se obtiene al dividir el peso de una persona en kilogramos por su talla en metros al cuadrado. Teniendo en cuenta el IMC, se clasifica como normopeso (IMC menor de 25), sobrepeso (IMC entre 25 y 30) y obesidad (IMC superior a 30).Existe otro marcador de riesgo relacionado con la obesidad, que es el diámetro de la cintura (perímetro abdominal). Su importancia radica en que es un buen indicador de la cantidad de grasa depositada en los órganos internos (grasa visceral). La piedra angular para reducir y controlar el exceso de pe- so es combinar una alimentación que disminuya la ingesta total de calorías, con la práctica regular de actividad física.
Cálculo del riesgo cardiovascular
¿Cómo se mide la probabilidad de sufrir una EV?
La probabilidad de sufrir una EV se basa en cálculos basados en métodos estadísticos, relacionados con el número y la intensidad de los FRV que presente una persona.
Existen herramientas (tablas de riesgo cardiovascular) que nos permiten estimar la probabilidad que tiene una persona de sufrir una EV o de morir por ella en un tiempo determinado.
Estas herramientas se usan en personas que aún no han tenido una EV.
A las que ya tienen una EV se les atribuye siempre un riesgo alto o muy alto, con independencia de que tengan o no FRV y, por tanto, no precisan este cálculo.
Hay algunas otras circunstancias en las que se atribuye un riesgo alto o muy alto, por lo que no es preciso tampoco realizar el cálculo. Por ejemplo, personas con diabetes de más de 15 años de evolución, o con dislipemias de origen familiar, o con niveles especialmente altos de presión arterial.
Es conveniente que conozcan el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular
En estas tablas se introducen datos como la edad, el sexo, si se es fumador, la cifra de tensión arterial y el colesterol.
Se pueden incluir los datos a partir de los 20 años. A partir de los 40 años de edad debería valorarse cada 5 años.
Si ha tenido un familiar con enfermedad cardiovascular precoz, padre menor de 55 años y madre menor de 65 años debería considerarlo un factor extra que debe tenerse en cuenta para iniciar precozmente a cambiar los factores de riesgo.
La presencia de diabetes, especialmente si es de más de 10 años de evolución o el haber presentado ya una enfermedad cardiovascular, ya clasifica a la persona como de alto riesgo, por lo que no tiene sentido utilizar los calculadores de riesgo.
Estas tablas se han realizado a partir del estudio de miles de personas para poder conocer el riesgo en función de estos factores.
Cuando introduzca los datos en una de estas tablas, puede comprobar cómo se reduce y si hace algún cambio en los factores de riesgo. Si abandona el tabaco o controla la tensión arterial probablemente su riesgo llegue a bajar a la mitad.
Es conveniente que conozcan el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, realizando una valoración de la tensión arterial, la glucemia y los lípidos en sangre:
- Todas las personas a partir de los 40 años.
- Adultos de cualquier edad.
- Si tienen antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular.
- Familiares de primer grado con las grasas de la sangre (colesterol o triglicéridos alterados) o elevación de la presión arterial importante.
Las personas que ya han sufrido una enfermedad cardiovascular o diabetes no necesitan establecer su riesgo de enfermedad cardiovascular, ya que se encuentran ya en el grupo de riesgo alto.
¿Cómo se calcula el riesgo cardiovascular?
- Mediante un análisis sencillo de sangre conocer el nivel de colesterol y de glucosa en sangre.
- Realizando la toma de la tensión arterial.
- Con peso y talla, calculando el Índice de Masa Corporal.
- Valorando el consumo de tabaco.
- Revisando el antecedente de historia familiar de enfermedad cardiovascular precoz en familiares directos.
- Una dieta sin fruta y verdura, así como la falta de ejercicio también deben ser valoradas.
- El sexo y la edad también intervienen.
- Existen diferentes tablas de riesgo en las que se introducen algunas de estas variables. Online puede encontrarlo en www.qrisk.org.
Cuando estas tablas marcan un 30% significa que existe la posibilidad de desarrollar una enfermedad cardiovascular del 30% en los próximos 10 años. Esto significa que de 10 personas con este nivel de riesgo según las tablas, 3 desarrollarán enfermedad cardiovascular en los próximos 10 años.
Se considera una persona de alto riesgo, si presenta una probabilidad de enfermedad cardiovascular en 10 años superior al 20%. Se considera de riesgo moderado, si presenta un score del 10 al 20%. Se considera de riesgo bajo si la probabilidad es menor del 10%.
¿Qué tipos de prevención existen en la Enfermedad Vascular?
Las intervenciones dirigidas a prevenir la enfermedad vascular se clasifican en dos grandes grupos:
- Prevención primaria: todas las intervenciones que se llevan a cabo en personas que aún no han desarrollado ningún tipo de enfermedad vascular.
- Prevención secundaria: todas las intervenciones que se hacen en personas que ya han tenido algún episodio de enfermedad vascular.
Las personas consideradas de riesgo elevado de desarrollar una enfermedad cardiovascular son:
- Personas que presentan un nivel de riesgo superior al 20% en 10 años, cuando se introducen sus datos en las tablas de cálculo de riesgo.
- Personas que ya padecen enfermedad cardiovascular, para intentar mejorar su evolución.
- Personas que padecen diabetes junto con otros factores de riesgo no controlados, ya que presentan precozmente enfermedad cardiovascular y con peor evolución.
- Personas con insuficiencia renal.
Ante un riesgo cardiovascular elevado, se debe comenzar de forma intensiva a reducirlo.
A parte del abandono del tabaco si fumara, cambios en la alimentación y el ejercicio, puede ser necesario el tratamiento introduciendo fármacos. Algo que debe tener en cuenta, es que lo que más reduce el riesgo es el abandono del tabaco, si fuma. Otras intervenciones para reducir el riesgo son medicaciones para bajar el colesterol o la tensión arterial.
Por lo tanto, las pastillas para reducir el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular habitualmente se aconsejan a aquellas personas de riesgo elevado.
Recomendaciones
Dejar de fumar es la medida más efectiva para que una persona reduzca el riesgo cardiovascular y en consecuencia, mejorar su salud.
El riesgo de enfermedad cardiovascular decrece inmediatamente en el momento que se abandona el tabaco. El tabaco es una adicción. Puede que lo hayas intentado anteriormente sin éxito. El intentar abandonarlo siendo apoyado por un profesional y en ocasiones con la ayuda de fármacos, puede aumentar la probabilidad de que lo consigas de forma definitiva. Siempre es buen momento para intentarlo de nuevo.
Una vida sedentaria, con poco ejercicio, incrementa el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. Cualquier ejercicio que se realiza es mejor que nada. Se considera que comienza a ser claramente beneficioso la realización de 30 minutos de actividad física como paseo, especialmente si lo realiza la mayoría de los días (al menos tres días por semana).
Preferentemente, se recomienda realizar un ejercicio no muy intenso (que no provoque falta de respiración) con una duración de entre 20 minutos y 1 hora, al menos de 3 a 5 días por semana. Un ejercicio moderado se considera aquel que te hace comenzar a sentir cansancio, aunque no te corta la respiración y te permite hablar, como puede ser al realizar paseos rápidos, natación o bicicleta. Ejercicios muy vigorosos, especialmente si no está entrenado y no se realizan de forma habitual, pueden ser perjudiciales para la salud.
Si Usted tiene sobrepeso u obesidad, debe revisar su dieta y el ejercicio que realiza. Si logra reducir su peso en un 10%, la probabilidad de presentar una enfermedad cardiovascular grave se reduce en torno al 20% en los próximos años. Esto se debe principalmente a que al reducirse la grasa del cuerpo también se reduce el desarrollo de las placas de ateroma, lo que consigue mejorar la tensión arterial y también se reduce la grasa de la sangre (colesterol y trigliceridos). En las personas con diabetes también logra mejorar el azúcar. Tenga en cuenta que reducir el exceso de peso puede provocar que desaparezca o se retrase la aparición de diabetes en algunas personas que tienen esta tendencia.
La obesidad tiene más riesgo de afectar a las arterias si se deposita la grasa en la cintura de la persona (lo que llamamos Obesidad abdominal o central). Es muy sencillo valorarlo y es suficiente con medirlo con una cinta métrica. El sobrepeso y la obesidad estropean nuestras arterias y nuestro corazón. Si tiene dudas puede calcular su índice de masa corporal (IMC), que es la forma de reconocer cuantos kilos nos sobran. Si tomamos más calorías que las que consumimos se produce la ganancia de peso. Para reducir el peso es necesario comer menos calorías (o alimentos con menos calorías o menos cantidad) o que nuestro cuerpo consuma más (realizando más ejercicio).
Aprenda a entender lo que pone en las etiquetas de los alimentos y a elegir aquellos con menor número de calorías y de grasas (las grasas malas son las trans y las saturadas).
Es importante para su salud cardiovascular realizar una comida sana, lo que es conocido como una alimentación cardiosaludable, con una dieta mediterránea (con frutas, incorporando legumbres, ensaladas, pescados y aceite de oliva). Este tipo de dieta ayuda a controlar la obesidad y a reducir el colesterol, el azúcar y la tensión arterial. Todo ello ayuda a que sus arterias se mantengan más jóvenes y a que funcionen mejor.
Elija alimentos ricos en nutrientes (vitaminas, minerales y fibra) pero bajos en calorías. Compre productos vegetales, frutas, harinas integrales y con alto contenido en fibra, pescado, proteínas vegetales y alimentos bajos en grasa. Como mínimo coma cinco porciones de diferentes variedades de fruta y verdura por día.
La mayoría de las comidas deben basarse en alimentos naturales (tales como cereales, pan integral, patatas, arroz, pasta), junto a fruta y verduras.
Incluya 2-3 raciones de pescado por semana, idealmente pescados grasos (azules).
Limite la sal, no supere los 6 gramos por día (esto es bueno para toda la familia y especialmente para los más jóvenes. El tomar de forma continuada menor cantidad de sal reduce el riesgo cardiovascular. Una dieta habitual de una persona que no limite la cantidad de sal, suele estar en torno a los 9 gr. Aproximadamente 6 gramos de sal se corresponden con una cucharadita pequeña de café, pero tenga en cuenta que muchos alimentos llevan sal incorporada (productos enlatados o congelados, la leche, el pan, las anchoas, las aceitunas, etc.), por lo que la sal que añadimos al cocinar, en la mesa y en las ensaladas debe reducirse.
Las carnes blancas son mejores que las carnes rojas, recomendando el conejo, el pollo y el pavo. De la carne de cerdo elija las partes magras (sin grasa o retírela antes de cocinar).
Si usted fríe la comida, elija un aceite vegetal (preferentemente de oliva), evite que coja mucha temperatura (que no humee), evite reutilizarlo repetidamente (pierde propiedades beneficiosas).
Lo mejor es beber agua de forma habitual. Evite los zumos que suelen tener un elevado contenido en azúcares y favorecen la obesidad. Este es un consejo especialmente importante para los niños.
Se recomienda revisar la tensión arterial como mínimo cada 3 o 5 años, a partir de los 40 años. Aunque la tensión arterial elevada no nos esté produciendo síntomas, puede estar estropeándonos las arterias del cuerpo y favorecer que se produzca un ictus cerebral u otra enfermedad cardiovascular.
Cuanto más elevado es el nivel de colesterol en sangre, mayor es el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular. Una parte del colesterol que tenemos se debe a la alimentación, otra parte es generada por nuestro cuerpo. No tener sobrepeso u obesidad y la realización de ejercicio bajan nuestros niveles de colesterol. El riesgo de estropear nuestras arterias por tener el colesterol elevado, es superior si se asocia a otros factores de riesgo como la diabetes o la tensión arterial elevada. Si se reducen los niveles de colesterol, se baja el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
Las personas con diabetes tienen de dos a cuatro veces más probabilidad de desarrollar una enfermedad vascular. Un adecuado control de los niveles de azúcar o glucemia en las personas diabéticas puede reducir el riesgo cardiovascular.
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