Parto

Etapas del parto

El “parto normal” es el proceso natural con el que la mujer finaliza su gestación a término, esto es, entre la semana 37 y 42. Su inicio es espontáneo, se desarrolla y finaliza sin complicaciones y culmina con el nacimiento.

La mayoría de las mujeres sanas pueden dar a luz sin poner en riesgo su seguridad y la de su bebé con un mínimo de procedimientos, sin más intervención que el apoyo integral y respetuoso.

El parto tiene varias etapas, desde la dilatación (incluye fase latente o pródromos de parto y fase activa) al alumbramiento, pasando por el expulsivo.

Etapas del parto

Dilatación , expulsivo y alumbramiento.

Mujer de parto

Ha llegado el momento

Habitualmente, el primer parto se afronta con más incertidumbre por ser una experiencia nueva. Hay que tener presente que cada embarazo, cada persona, cada hijo e hija son especiales y, por tanto, cada nacimiento será único y diferente.

El inicio del parto viene acompañado de contracciones (sensación de tripa dura con dolores similares a la regla que pueden irradiarse hacia la espalda). También se puede notar presión y ganas de ir al baño. Según progrese el parto irá cambiando su intensidad, duración y frecuencia.

Durante el embarazo, tu cuello uterino se ha cerrado y sellado con un tapón mucoso aislando así su interior. Algunas mujeres son conscientes de la expulsión del tapón mucoso (textura gelatinosa parecida a la clara de huevo). Esto no tiene por qué indicar que el parto es inminente. No te alarmes si te ocurre, aunque vaya acompañado de algo de sangre. Únicamente es un indicador de que se están produciendo cambios en el cuello del útero.

Durante la primera fase (fase latente o pródromos de parto), las contracciones serán irregulares y puedes estar en casa. Esta etapa se puede prolongar desde horas hasta días. Cuando es muy larga, también es agotadora; aprovecha para descansar en los momentos en que cesen o sean más suaves.

Al principio tendrás contracciones que durarán menos de un minuto y que cederán con el reposo. Irán haciéndose más intensas, prolongadas y frecuentes. Te ayudará mantener una actitud tranquila y de confianza en tu cuerpo. Para ello puede ser de utilidad buscar un entorno adecuado, respirar pausadamente, utilizar métodos de distracción, adoptar diferentes posturas, andar o realizar movimientos con la cadera. Durante esta fase se consiguen grandes avances en la dilatación, así que cada contracción cuenta para acercarte al nacimiento.

Ingresar en el hospital antes de que esté establecido el parto puede ser perjudicial. No te extrañes si desde el propio hospital te aconsejan regresar al domicilio hasta que la dilatación esté más avanzada y las contracciones sean más frecuentes. Por eso, no te apures si tienes que acudir varias veces. Cada vez que vayas, los y las profesionales de Osakidetza te explicarán cuándo regresar y cómo sobrellevarlo mejor.

Mujer embarazada

Cuándo acudir al hospital

Puede que te inquiete el hecho de si sabrás elegir el momento adecuado para ir a Urgencias, es normal que eso suceda. Confía y escucha a tu cuerpo, tu bebé te guiará mostrándote señales de que ha llegado el momento.

A partir de la semana 37 de gestación, debes acudir a Urgencias cuando el parto está claramente establecido. Es decir, cuando el cuello uterino tiene una dilatación de alrededor de 5 centímetros y las contracciones son regulares e intensas. Es difícil que puedas saber cuándo tienes esa dilatación, por lo que te proponemos las siguientes recomendaciones a modo de orientación:

  • Primer parto. Si sientes a tu bebé, no sangras y la bolsa sigue íntegra, puedes esperar unas 2 horas con contracciones cada 5 minutos.
  • Segundo parto o sucesivos. Tu cuerpo tiene experiencia en dilatar, por lo que generalmente lo hará más rápido. Bastará muchas veces con que las contracciones sean intensas y regulares. Si son así cada 10 minutos, mantenidas durante una hora, es el momento de acudir al Servicio de Urgencias de tu Hospital.
  • Siempre que se produzca la rotura de la bolsa deberás acudir. Si las aguas son sucias acude rápido al hospital. Por el contrario, si las aguas son claras, tienes tiempo de ducharte.
  • En la circunstancia de que no notes a tu bebé o sangres más que una regla, acude sin demora.

En cualquier caso, calcula el tiempo que necesitas para llegar al hospital.

Pareja se prepara ir al hospital

¡Estoy de parto!

Cuando vayas al hospital lleva la siguiente documentación: DNI o documento de identificación disponible, Cartilla Maternal y Plan de Parto (si lo deseas). El primer paso es pasar por el Servicio de Admisión de Urgencias para identificarte y registrarte. No obstante, el registro lo puede realizar la persona que te acompañe.

A continuación, te realizarán una primera valoración que incluirá la toma de temperatura y tensión arterial, exploración física con tacto vaginal, monitorización fetal y entrevista para completar tu Historia Clínica. Puede ser que incluya ecografía.

Ya en el paritorio, tienes la opción de compartir la experiencia con una persona de tu elección. Es importante que te transmita confianza, te proporcione cuidados y te aporte serenidad y apoyo durante el proceso.

Además, y dependiendo del centro que hayas elegido, estarás acompañada por una matrona y un/una auxiliar de enfermería. Cuando se produzca el nacimiento un o una profesional comprobará cómo tu bebé se adapta a la vida fuera del útero. Si la evolución así lo requiere, contarás con la asistencia de obstetras y/o pediatras.

No se puede predecir la duración del parto. Es muy variable de una mujer a otra e incluso de un parto a otro en una misma persona. Influyen varios factores, como por ejemplo, el momento del ingreso, el número de partos previos, el tamaño y posición de la cabeza del bebé en el descenso o el tipo de analgesia.

Con las contracciones, dilatas.

Durante la dilatación, gracias a las contracciones, el cuello del útero se ablanda, se acorta y se abre. Este progreso se mide en centímetros, entendiendo que se ha completado cuando alcanza los 10 cm. Antes de los 4-5 cm estarás en la fase latente y de 5 a 10 cm en la fase activa del parto.

Las contracciones en el expulsivo cambian, vienen las ganas de pujar.

Una vez que alcances los 10 cm de dilatación, las contracciones seguirán contribuyendo al descenso del bebé. Primero se produce la salida de la cabeza y después del cuerpo. Esta fase también tiene una duración variable que dependerá en gran medida de la intensidad de las contracciones y de la posición y adaptación del bebé a tu pelvis.

El/la bebé ya está fuera, ahora toca el alumbramiento de la placenta

Es la etapa que va desde el nacimiento a la salida de la placenta. En ella tendrás contracciones más suaves que sirven para conseguir que la placenta se desprenda del útero. Habitualmente la expulsión de la placenta puede necesitar entre 5 y 30 minutos, aunque en ocasiones esta fase se prolonga hasta 1 hora.

Parto vaginal o cesárea

Aunque el cuerpo de la mujer está capacitado para el parto vaginal, en ocasiones pueden darse situaciones que requieran una cesárea. La cesárea es una intervención quirúrgica cuyo objetivo es extraer el/la bebé a través de la tripa de la madre.

Si has tenido un primer parto por cesárea, puedes llegar a tener un segundo parto de forma vaginal. Llegado el momento, junto a tu equipo sanitario de referencia, valorareis éste y otros factores para tomar la decisión más oportuna.

Puedes ampliar información descargando esta guía.

Atención al Parto Normal

Mujer embarazada

Tratamiento del dolor

El afrontamiento del dolor es algo personal y único, y es posible que el dolor que acompaña al parto sea uno de los temas que te inquiete. Confía en tu cuerpo, está preparado.

Existen diferentes opciones para aliviar el dolor. La elección de una de ellas, no significa que debas mantenerla hasta el final, puedes cambiar o alternar según tus necesidades. Conociendo las diferentes opciones podrás elegir de manera más acertada. Por ello, a continuación, te explicamos brevemente los diferentes métodos.

Mujer embarazada

Naturales

Distracción: Realizar actividades agradables, entretenidas y aptas para el momento.

Acompañamiento: Durante el parto puede proporcionar seguridad, hacer más tolerable el dolor durante las contracciones y facilitar la progresión.

Calor: Dispositivos aplicados en la zona lumbar (ej.: saco de semillas).

Agua: Inmersión en agua templada o ducha templada. Las ventajas de la hidroterapia durante el parto son, en general, el aumento de la movilidad gracias a la flotabilidad, aumento del grado de satisfacción materna, relajación y disminución de la sensación dolorosa relacionada con el calor del agua. Es importante que la temperatura del agua no exceda de 36ºC. Consulta la disponibilidad de bañeras en tu hospital de referencia.

Masajes: Recibirlos en los hombros y parte baja de la espalda durante las contracciones.

Movimiento: Escucha lo que te pide tu cuerpo. Andar o adoptar diferentes posturas puede ayudarte. La pelota de Pilates puede ser una gran aliada, te servirá para mantener y cambiar la postura. El balanceo del cuerpo sobre la pelota suele producir alivio. Para el dolor localizado en la zona baja de la espalda, por ejemplo, puedes probar la postura “a cuatro patas”. Una modificación de esta postura puede ser apoyando los brazos en la pelota. Otro de los movimientos que alivian el dolor es sentarse sobre la pelota y realizar un movimiento en forma de 8 sobre ella, de izquierda a derecha y viceversa. Este ejercicio es muy recomendable para ayudar a encajar la cabeza del bebé. También, puedes botar y balancearte sobre la pelota para relajar toda la zona perineal.

Respiración focalizada: Centrarse en mantener un ritmo constante al respirar durante la contracción. Despacio, coger aire por la nariz contando de 1 a 4 y expulsarlo por la boca contando de 1 a 8, con los labios como si apagases una vela. Cuando ceda la contracción respira calmadamente. Practicar esta respiración antes del parto, te ayudará.

Inyección de agua estéril: Se utiliza para el alivio del dolor lumbar, si bien es verdad que produce escozor y dolor intenso momentáneo en el momento de la administración. Requiere la aplicación por parte de profesionales sanitarios.


Farmacológicos

Requieren prescripción y aplicación o supervisión por parte de profesionales sanitarios.

Óxido nitroso: Consiste en respirar a través de una máscara o boquilla una mezcla de óxido nitroso y oxígeno al 50%. Produce normalmente una sensación de bienestar, aunque en ocasiones puede generar mareo o resultar desagradable a algunas personas. La matrona te guiará para conseguir que el pico de efecto coincida con el pico de dolor de la contracción. Esta técnica no es válida para utilizar sin contracciones ni en periodos prolongados. Consulta la disponibilidad en tu hospital.

Analgesia epidural: Es el método más eficaz para la eliminación del dolor, y consiste en la administración de medicamentos a través de una sonda o catéter colocado en la columna vertebral.

  • Requiere entender sus beneficios y riesgos, por lo que tras una explicación de tu profesional de referencia, se te facilitará una información específica para que puedas leer y firmar, lo que en los sistemas sanitarios denominamos “consentimiento informado”.
  • Su objetivo es disminuir la percepción dolorosa de las contracciones. Se procura mantener las sensaciones de presión y la máxima movilidad, aunque no siempre es posible. Recuerda que parto y movimiento tienen que ir de la mano, por lo que, en la medida de tus posibilidades, es importante intentar mantener el movimiento.
  • Durante la colocación de esta sonda, el/la anestesista te irá informando y guiando y te administrará anestesia local para aliviar este momento. La postura habitual para este procedimiento suele ser sentada en el borde de la cama, con las manos relajadas sobre las rodillas, cabeza inclinada hacia adelante (intentando tocar el pecho con la barbilla) de forma que la espalda quede arqueada “como una gata enfadada”. Es importante permanecer sin moverse durante esta colocación.
  • El efecto es progresivo, alcanzando su máximo a los 20-30 minutos, momento en que notarás un alivio importante del dolor. Es posible también sentir calor, hormigueo y pérdida de sensibilidad en las piernas.
  • Esta analgesia va a requerir que estés monitorizada y con una vía venosa, además de la colocación del propio catéter.
  • La retirada de esta sonda no produce dolor.

Preguntas frecuentes

Fecha de última modificación: