Los primeros seis meses

¡Enhorabuena, tu bebé ya está aquí!

Es probable que tu bebé y tú estéis viviendo uno de los momentos más intensos de vuestras vidas. Sigue tu instinto.

Tras el nacimiento, el mejor lugar para recibir al o a la bebé es tu propio cuerpo. a. Por esta razón, se recomienda que tan pronto esté entre tus brazos, se coloque sobre tu pecho para mantener el contacto directo de su piel con la tuya. El denominado “contacto piel con piel” tiene grandes beneficios para ambas personas. Entre otros, favorece la adaptación más serena a la vida extrauterina, la lactancia materna y el vínculo.

Cuando la madre no esté disponible, puede hacerlo alguna persona que le acompañe, transmitiendo a través del contacto su amor, calor, tranquilidad y seguridad. Lo habitual es que tras un breve periodo en el hospital podáis marcharos a casa.

El equipo de pediatría de vuestro centro de salud realizará el seguimiento del desarrollo. Tendrás visitas periódicas donde consultar las dudas o información que puedas necesitar. La primera será aproximadamente a los 8 días de vida.

A continuación, te facilitamos información que te ayudará a entender y atender a tu bebé durante sus primeros 6 meses de vida. Consulta los siguientes apartados.

Recién nacido

Cuidados generales

Estas situaciones y reacciones son habituales durante los primeros 6 meses de vida:

  • El peso que pierda los primeros días tras el nacimiento lo recuperará en unas dos semanas.
  • Expulsar un poco de leche (bocanada de leche) con el eructo después de la toma, cuando el estómago está lleno. Sólo debes preocuparte si el vómito es abundante y se emite con fuerza (a chorro) en más de una toma.
  • En caso de lactancia materna puede ser que se le inflamen las mamas o que tenga un ligero sangrado vaginal (niñas). Si aparece una pequeña secreción de leche en su pezón, no la manipules.
  • Las primeras cacas son oscuras y pegajosas (se denomina “meconio”). Posteriormente serán amarillentas y blandas. Su frecuencia es muy variable. Lo oportuno es cambiar el pañal siempre que sea necesario y limpiar desde la parte de delante hacia atrás.
  • El cordón umbilical se cae entre el 5º y 15º día. Limpiar la piel de alrededor con agua tibia y jabón una vez al día o si se mancha. Lavarse las manos antes de hacerlo. Posteriormente secarlo bien. Dejarlo al aire y si es necesario doblar el borde superior del pañal para evitar el roce. Consultar si la piel cercana esta enrojecida y hay secreción amarillenta y maloliente.
  • Puede que nazca con las uñas de las manos largas o rotas, acabarán cayéndose por sí solas. Si se araña limarlas suavemente con una lima.
  • Evitar el uso de colonia al principio, dado que puede interferir en el reconocimiento del olor materno.
  • A ser posible, usar ropa cómoda de tejidos naturales, sin abrigar en exceso. Lavar sus prendas evitando suavizantes y blanqueantes, como la lejía.
  • Desde los primeros días, podéis salir a pasear. Evitar el contacto directo con el sol y las horas de mucho calor. Utiliza medios o dispositivos seguros, homologados y adecuados a su altura para el traslado.
  • Estornudará con frecuencia, ya que es una manera de mantener la nariz despejada. Si se obstruye por mocos, respirará peor y le producirá incomodidad. También tendrá hipo con frecuencia, aunque no es molesto ni perjudicial.
  • Tu equipo de pediatría te indicará como administrar el suplemento de vitamina D3, sustancia fundamental para el desarrollo de los huesos.
Mujer embarazada

Descanso y sueño

Si bien suelen dormir aproximadamente 16 a 17 horas por día, es posible que su sueño se interrumpa cada 1 o 2 horas para asegurar la alimentación frecuente que necesita su rápido crecimiento. Los primeros meses, si le observas mientras se duerme, verás que pasa directamente de estar despierto/a a una fase de sueño activo que se caracteriza por una respiración irregular, a veces agitada, movimientos de las extremidades y de los ojos, muecas y gestos con la cara y ruidos en la garganta (sueño ligero). Tras 15-20 minutos pasa a la fase de sueño tranquilo donde la respiración es más regular, no se mueve, mantiene los ojos cerrados y no hace ruidos (sueño profundo).

A medida que crece, necesita dormir menos. La evolución del sueño generalmente pasa por:

  • No diferenciarse el periodo más largo de sueño entre el día o la noche hasta la sexta semana.
  • A partir de los tres meses empiezan a regular el sueño en función de los paseos, baños y la comida y tarda menos en dormirse.
  • Hasta los 6 meses de vida, cada ciclo de sueño activo/sueño tranquilo dura 60-70 minutos.
  • Los ciclos regulares de sueño empiezan aproximadamente a los 6 meses de vida.
  • Alternan etapas en las que duermen seguido más horas con otras en las que se despiertan y piden alimento con mayor frecuencia (periodos de crecimiento más rápido).
  • Si se alimenta con leche materna tardará más tiempo en establecer un patrón de sueño prolongado durante la noche, aunque las tomas nocturnas favorecen la prolongación de la lactancia materna y el apego.
Recién nacida durmiendo

Tu bebé es un sujeto activo en la relación con el entorno, pero necesita de la presencia y mirada de su madre/padre en la interrelación. Las siguientes recomendaciones le pondrán en mayor disponibilidad para regular los ciclos del sueño y sus emociones, así como el descanso que necesita para su crecimiento y desarrollo:

  • Estimular, jugar y hacerle mimos y carantoñas en los periodos de vigilia.
  • Observar para aprender a detectar las señales que indican que necesita descansar. Anticiparse y evitar que llegue a la irritación o cansancio importante.
  • Conciliar el sueño sintiendo una sensación agradable. Le ayudará a relajarse acariciarle, mecerle suavemente, cantar, susurrar o succionar el pecho materno o el chupete.
  • Cogerle en brazos para tranquilizarle si lo precisa.
  • La leche materna facilita la conciliación del sueño porque contiene triptófano.
  • No estimular durante las tomas nocturnas o hacerlo lo menos posible.
  • Aprovechar los periodos de sueño para el descanso materno o de las personas que cuidan.

Cohabitación y colecho

Existen distintas opciones a la hora de dormir a tu bebé como, por ejemplo, tu o vuestra cama o su cuna, ya sea en habitación propia o en la tuya/vuestra.

No existe una manera óptima, general y válida. Lo recomendable es utilizar aquella que le transmita seguridad y le ofrezca protección. Por otra parte, es importante que tengas en cuenta que generalmente no “se acostumbra” a los brazos de las personas que le cuidan. Existen antiguas creencias que se manifiestan a través de frases como “se va a acostumbrar” o “no lo sacarás nunca de tu cama”, que no ayudan a entender lo que necesita.

Un entorno de sueño seguro disminuye el riesgo de todas las muertes infantiles relacionadas con el sueño. En este contexto, se denomina “cohabitación” a compartir la habitación con el o la bebé, mientras que compartir la misma cama se llama “colecho”. La cercanía con la madre facilita que la lactancia materna se mantenga, la cual tiene un efecto protector frente al poco frecuente Síndrome de Muerte Súbita de Lactante (SMSL). Las siguientes medidas ayudan a prevenirlo:

  1. En cuanto al momento de acostar:
    • Postura: boca arriba hasta los 6 meses de edad, siendo preferible hasta los 12 meses.
    • Colchón firme, con superficie estable y con medidas adecuadas a las de la cuna.
    • Ubicar en la parte inferior de la cuna de manera que sus pies queden próximos al borde.
    • Abrigar según la temperatura ambiente, tapando únicamente hasta las axilas. Dejar la cabeza descubierta.
    • Retirar el resto de objetos de la cuna (almohadas, juguetes, objetos blandos…).
  2. Relacionado con el colecho, preferiblemente no realizar con personas:
    • Fumadoras.
    • Bajo los efectos del alcohol.
    • En estado de conciencia alterado (ej: tratamiento con algunos medicamentos o tras tomar algunas sustancias).
    • En situación de cansancio extremo.
    • En sofás o sillones… (únicamente en cama).
  3. Mantenerle cerca de la madre y/o el padre durante el sueño al menos los primeros 6 meses de vida.
  4. Usar chupete en el momento de acostar durante el primer año de vida, una vez que la lactancia materna esté establecida.
  5. No fumar, especialmente durante el embarazo y después del nacimiento.
  6. Permanecer en espacios sin humo.

Llanto

Hasta que se desarrolla el lenguaje, los y las bebés utilizan el llanto como una forma de comunicarse con sus personas cuidadoras. Mientras permanece en el útero depende totalmente de su madre, mientras que los primeros meses utiliza el llanto como reclamo y signo de adaptación a la nueva realidad. Habitualmente aumenta en las primeras semanas de vida y empieza a disminuir pasadas 6 semanas. Además, ayuda a exteriorizar cosas que ve o escucha y a liberar la tensión que generan algunas sensaciones que son demasiado intensas.

Las causas más comunes suelen ser:

  • Para atraer la atención y resolver aquellas situaciones que les provocan malestar como hambre, sueño, frío, pañal sucio, sobresalto, necesidad de estar en brazos o para deshacerse del exceso de energía y regresar a un estado más feliz.
  • Cólico de lactante.
  • Algunos problemas de salud, aunque menos del 5 % de las ocasiones se debe a enfermedades. La mayoría suelen llevar otros síntomas asociados como fiebre, rechazo de tomas, vómitos, sangre en las heces, erupción en la piel…
Recién nacido

Día a día irás reconociendo más fácilmente la razón por la que llora. A medida que madure y vaya creciendo, sus llantos serán más fuertes, altos y más insistentes.

La mejor forma de manejarlo es con atención inmediata cada vez que llore sobre todo al principio. En ocasiones es difícil conseguir que se calme. Si la situación te angustia, prueba a descansar un rato y que le atienda otra persona que esté más serena o menos cansada.

Medidas que pueden ayudar

Recuerda que lloran con frecuencia sin causa aparente, es una parte de la adaptación y no lo interpretes como algo negativo que requiere un cambio en tus rutinas y cuidados. Ante un llanto prolongado prueba una de las siguientes propuestas (1 o 2 estímulos sensoriales) durante al menos 5 minutos antes de pasar a la siguiente. Le permitirá procesar las sensaciones y le dará tiempo a calmarse. Intenta disminuir la intensidad de la interacción: hablar en voz más baja, moverte más lentamente y hacer menos gestos con tu cara.

Repite la medida que mejor haya funcionado durante al menos un día. Esta puede variar en función de la persona que le atiende y de su estado, porque es sensible a la tensión de alrededor. Si sientes que te cuesta manejar la situación, busca ayuda de otra persona familiarizada con tu bebé. La constancia es fundamental para establecer conductas. Comprueba que sus necesidades están cubiertas o también puedes:

  • Ofrécele el pecho si crees que esto será de ayuda.
  • Mantén y sigue la mirada de tu bebé, acaríciale, háblale con calma, cántale algo suave o pon música que os relaje.
  • Pon una mano sobre su pecho o abdomen.
  • Sostenle los brazos juntos sobre su cuerpo o flexiona sus piernas y llévaselas hacia su tripa.
  • Cámbiale la posición y ponle de costado o boca-abajo un rato mientras esté despierto/a.
  • Cógele en brazos o apóyale sobre tu antebrazo o sobre tu hombro boca abajo y masajéale con suavidad la espalda.
  • Acúnale suavemente.
  • Envuélvele en una manta y mécele suavemente.
  • Prueba con un chupete (siempre que no interfiera en la instauración de la lactancia materna).
  • Dale tiempo para que se tranquilice.
  • Ten en cuenta que tu estado influye en su respuesta

Chupete

La mayoría de bebés tienen un fuerte reflejo de succión que se inicia durante la etapa final del embarazo. Más allá de ayudar con la nutrición, la succión a menudo tiene un efecto calmante. El uso de chupete está muy extendido en nuestro entorno. Procura en caso de lactancia materna, iniciar su uso cuando esta esté claramente establecida (generalmente durante el primer mes de vida). En cambio, en caso de lactancia con leche de fórmula, puedes ofrecérselo desde los primeros días de vida. Deja que marque el ritmo, si no muestra interés y lo rechaza, no fuerces. Si durante el sueño se cae, no es necesario volver a colocárselo. Tampoco es recomendable untarlo en soluciones dulces. Trata de retirarlo gradualmente a partir del año de edad. A continuación, te explicamos los beneficios, los riesgos y las pautas de seguridad.

Los dos principales beneficios demostrados del uso de chupete son la disminución de:

    • La estancia en hospital de bebés prematuros.
    • El riesgo de muerte súbita infantil.

Además, al igual que ponerle al pecho, tiene un efecto calmante cuando tienen molestias, ayuda a relajarse y conciliar el sueño y puede servir de distracción temporal durante procedimientos que les causan dolor como la vacunación.

Los riesgos asociados son especialmente:

  • Problemas dentales relacionados con el uso prolongado (a partir de los 2 años de edad se asocia con mala posición y alteración de la mordida).
  • Riesgo de asfixia por utilización “inadecuada”.

Las principales recomendaciones de seguridad son:

  • Existen diferentes tipos de chupetes según su composición o forma. En general, todos son adecuados siempre que se ajusten a la norma europea EN 1400:2002.
  • Comprobar que sean lo suficientemente sólidos como para que no se rompan en pequeñas partes con las que pueda atragantarse o asfixiarse. Sin pegatinas o etiquetas.
  • No llevarlos colgando de una cinta colocada alrededor del cuello, es preferible utilizar una cuerda corta y una pinza enganchada a la ropa, vigilando que no se suelten.
  • Que disponga de agujeros de ventilación en el disco donde está anclada la tetina.
  • Lavarlos con agua y jabón y aclararlos con abundante agua del grifo para eliminar restos. Almacenarlos cuando estén secos y en una caja para evitar que se llenen de polvo.
  • Vigilar su estado con frecuencia y sustituirlos si se aprecia algún deterioro.

Desarrollo y estímulo

Tu bebé nace con reflejos o respuestas a ciertos estímulos, como el contacto. Un ejemplo es el reflejo de succión: si acaricias suavemente su mejilla girará la cabeza y la boca hacia ese lado buscando el pezón o la tetina. En torno a las 3-4 semanas, se volverá hacia el pecho o el biberón, no como acto reflejo, sino como respuesta aprendida, ya sabe de dónde viene el alimento.

Al nacimiento sus cinco sentidos están en alerta. Una de las primeras cosas que asimila es la relación entre la sensación de contacto con su madre (olfato y tacto), el sonido de su voz (oído) y su cara (vista) con la satisfacción de sus necesidades de cariño y comida. Háblale, es capaz de reconocer tu voz. Le calmará en situaciones de estrés. El tacto está muy desarrollado. Además, las caricias le ayudan en su desarrollo emocional. Su olfato está muy agudizado. Es capaz de reconocer tu olor.

Madre acariciando un bebé

Su vista es muy sensible a los cambios de luz, aunque en esta primera etapa verá en blanco y negro. Es capaz de identificar sombras a 20-30 centímetros de distancia, que es más o menos la distancia entre tu pecho y tu cara.

Los primeros meses va desarrollando el control sobre su cuerpo y sus movimientos. Poco a poco empieza a sonreír y sostener la cabeza. Su siguiente paso será girar el cuello y seguir objetos con la mirada para pasar a hacer gorgoritos y después reír a carcajadas. Alrededor del cuarto mes de vida protesta si desapareces de su vista, lo que es un indicador del buen desarrollo, ya que muestra su capacidad de diferenciar lo familiar de lo extraño.

Dentro de esta toma de control de sus movimientos, abre más las manos e intenta coger objetos. El juego es una actividad fundamental que favorece su desarrollo. Se puede practicar poniéndole boca abajo en la cama, mantita, o sofá, en brazos con las manos, cantando o mientras le bañas…. Poco a poco irá elevando y manteniendo así la cabeza y la parte superior del tronco mientras apoya los antebrazos. Ofrécele tus manos o juguetes, poco a poco pasará de llevárselo a la boca y para el sexto mes podrá cambiarlos de mano. Del cuarto al sexto mes empezará a voltearse. Mediante la repetición aprende a anticipar lo que va a suceder, lo que fomenta la seguridad y confianza en su entorno.

Cuidados específicos

Piel

La piel es más fina y por sus características requiere cuidados especiales en cuanto a la higiene, hidratación y protección. Su cuidado puede formar parte del desarrollo afectivo también, porque tanto el baño, como aplicar cremas, vestido… se pueden convertir en un espacio de diversión y aprendizaje.

Es posible que los primeros días tenga un color amarillento llamado “ictericia fisiológica”. Suele ser muy común, y tiende a ser más evidente entre los 2 y 4 días de vida. La mayoría de las veces no está relacionada con una enfermedad y tiende a desaparecer en dos semanas.

En cuanto a la higiene, es recomendable no llenar la bañera más de 10 centímetros. Además, el baño será breve, en agua tibia y sin abusar del jabón que, en caso de usarse, será neutro y adecuado para bebés. Es importante no dejarle solo o sola, aunque sea por un breve momento, porque puede ser peligroso. Tampoco es necesario bañarle a diario, aunque a veces facilita la relajación previa al sueño nocturno.

En cuanto a la hidratación, suele ser especialmente necesaria debido a las características de la piel. Utiliza productos adecuados cuyos componentes no resulten irritantes y su uso sea seguro, evita las cremas que lleven alimentos (avena, almendra…) por la posibilidad de sensibilización alérgica a través de la piel.

Recuerda aplicar protección solar, ya que en esta etapa la piel es especialmente sensible a la radiación. Evita la exposición directa y en las horas centrales del día.

Un hombre baña a un recién nacido

Genitales

En niños

El escroto (el saco que envuelve a los testículos) frecuentemente parece inflamado. Se llama hidrocele, una acumulación de líquido que suele desaparecer entre los primeros tres y seis meses.

También es normal que exista fimosis y no requiere ninguna intervención, siendo desaconsejable la realización de retracciones forzadas de la piel.

En niñas

Es frecuente hallar unos labios mayores abultados. En los pliegues entre los labios mayores y menores aparecen unos restos blanquecinos (restos del vernix caseoso, sustancia untuosa blanquecina que recubre la piel en el momento de nacer). Tiene un efecto protector.

En ocasiones puede apreciarse la salida por el orifico vaginal de una secreción mucosa, consecuencia, como en el caso de las mamas, de la influencia de las hormonas maternas. Y a veces, tras unos días, puede incluso producirse un pequeño sangrado por la vagina (una pequeña menstruación) relacionado con la lactancia materna.

Vacunas

Calendario vacunal infantil de Euskadi

Con la vacunación se protege eficazmente a las personas frente a importantes enfermedades infecciosas, pero también a la comunidad ya que se rompe la cadena de transmisión de estas enfermedades. Las vacunas se utilizan para estimular el sistema inmunitario, porque al administrarlas inducen la producción de defensas específicas frente a los microorganismos que generan una enfermedad concreta. Para completar la vacunación correcta que garantice la protección, pueden ser necesarias varias dosis iniciales y/o posteriores dosis de refuerzo a lo largo de la vida. En el calendario vacunal se detalla el tipo, las dosis y cuándo aplicar cada una de las vacunas indicadas según la comunidad autónoma de residencia.

Actualmente en la CAPV disponemos del siguiente calendario vacunal infantil que abarca las edades comprendidas de 0-16 años.

Calendario vacunal

Vacunación en los 6 primeros meses de vida

La vacunación correspondiente a los 6 primeros meses de vida se realiza por el personal de enfermería de pediatría de referencia de tu centro de salud durante las revisiones periódicas. Además, te indicará los cuidados necesarios. Para ampliar información descarga el siguiente documento:

Más información: https://www.euskadi.eus/vacunas/inicio/

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Fecha de última modificación: