Salud emocional

¿Qué es la Salud emocional?

En ocasiones, muchas personas sentimos cierto malestar emocional que se manifiesta con nerviosismo, preocupación, desánimo y/o dificultades para realizar las actividades diarias con la energía, la concentración y la motivación habituales. En la mayoría de los casos es respuesta pasajera ante las dificultades que no requiere tratamiento médico. Sin embargo, es recomendable adquirir ciertos conocimientos básicos sobre tus emociones y seguir unas pautas de autocuidado.

Es importante saber que puedes hacer mucho para cuidar tu salud emocional, reducir tu malestar y aumentar tu calidad de vida. Igual que lo haces con tu salud “física” manteniendo unos hábitos saludables, puedes hacerlo con la emocional.

Covid-19 y salud emocional

En el siguiente video puedes ampliar la información:

Conociendo las emociones

Las emociones son las respuestas o reacciones psicológicas y físicas de nuestro cuerpo ante un estímulo. Su principal función es la adaptación, son nuestra manera de reaccionar ante un acontecimiento y preparar al organismo para responder. Por ejemplo, si vamos caminando por una calle oscura y oímos un ruido (estimulo externo), nos asustaremos. También puede pasar que veamos una escena en televisión que nos recuerde a algo del pasado (estimulo interno) que nos entristezca o nos ponga contentos. Son la guía que nos dispone a la acción, es la “energía” que nos impulsa a hacer cosas: la tristeza nos impulsa a parar, el miedo a huir, el enfado a defendernos, etc.

Son universales y comunes a todas las culturas. Sus manifestaciones también tienen patrones de comportamiento semejantes a todos los individuos. Estas emociones nos acompañan en cualquier momento. Normalmente, pasan desapercibidas, aunque se hacen más visibles cuando aparecen con más intensidad.

Aunque a veces nos produzcan malestar estas emociones son útiles y necesarias. La clave está en aprender a gestionarlas, no en suprimirlas o evitarlas. Para ello el primer paso es conocerlas mejor y entender su funcionamiento y utilidad.

Las emociones son fenómenos esenciales para nuestro funcionamiento cotidiano.

Clasificación

Agradables

  • Alegría
  • Calma
  • Sorpresa
  • Agradecimiento
  • Seguridad
  • Amor...

Desagradables

  • Miedo
  • Ansiedad
  • Tristeza
  • Enfado
  • Culpa
  • Vergüenza
  • Asco...

Componentes

Podemos dividir la experiencia emocional en tres componentes:

Componentes de las emociones

Cuando experimentemos una emoción producirá unas determinadas sensaciones físicas, unos pensamientos, y unas conductas asociadas. Lo explicamos a través de la siguiente situación:

Miren acaba de recibir la noticia de que su hijo ha tenido un accidente jugando a baloncesto.

  • Emociones: miedo y ansiedad.
  • Sensaciones físicas: palpitaciones, temblores, sensación de falta de aire.
  • Pensamientos: "si le pasa algo malo", “seguro que se ha hecho algo grave”, "no se va a recuperar".
  • Conductas: ponerse muy nerviosa, llamar a su hijo o al entrenador, llorar…

Utilidad

Todas las emociones, tanto las agradables como las desagradables, son necesarias y tienen su utilidad:

  • Evaluar rápidamente las situaciones.
  • Informarnos si algo es importante para nuestro bienestar.
  • Actuar como una señal para nosotros.
  • Vigilar el estado de nuestras relaciones.
  • Comunicar nuestros estados internos y deseos a los demás.
  • Incrementar el aprendizaje y la memoria, marcar el sello "esto no se puede olvidar".
  • Jugar un papel importante en la toma de decisiones...

Emociones desagradables. Funciones

Las emociones desagradables son las grandes incomprendidas, y solemos cometer el error de querer ignorarlas o suprimirlas, en lugar de escuchar qué nos quieren decir.

Para comprenderlas mejor, vamos a ver sus funciones:

MIEDO

  • Alarma y protección ante un peligro o amenaza
  • Necesidad de actuar de forma inmediata

ANSIEDAD

  • Estado orientado al futuro
  • Focaliza la atención y energía para prepararnos ante alguna amenaza y peligro futuro

ENFADO - IRA

  • Respuesta de protección
  • Defendernos cuando vemos vulnerados nuestros límites
  • Ayuda a establecer límites y motiva a decir "no"

TRISTEZA

  • Ante una situación de pérdida
  • Reduce la actividad para reunir recursos y asimilar lo sucedido
  • Importante señal social, solicitando ayuda y apoyo a los demás

CULPA

  • Termometro de los actos
  • Ante el pensamiento de que se ha podido hacer algo malo
  • Revisa el comportamiento en función de los valores

Cuando alguna es más intensa, puede condicionar la forma en que percibimos la realidad en ese momento.

Cuando se convierten en un problema

En ocasiones percibimos emociones con una intensidad que nos resulta muy difícil de gestionar o en momentos en los que no cumplen con su función de ayuda. Esto podría ser un síntoma de un trastorno de salud mental y es aconsejable consultar con una o un profesional sanitario.

A continuación, te explicamos las características de los trastornos relacionados con la salud emocional más comunes:

a. Trastorno de ansiedad

La ansiedad puede convertirse en un problema cuando su intensidad es muy elevada, duradera en el tiempo e interfiere en la vida cotidiana. Esto se conoce como trastorno de ansiedad.

Suele presentar diferentes síntomas, que dividimos en 3 grupos:

  • Físicos: palpitaciones, cansancio, tensión, problemas de concentración, dificultades para conciliar el sueño.
  • De pensamiento: pensamientos negativos, pesadillas o grandes preocupaciones por cosas que no tienen importancia.
  • Conductuales: evitar situaciones en exceso.

Jon, de 16 años, cree que sus compañeros y compañeras de clase no quieren pasar tiempo con él

  • Le cuesta mucho dormirse cada día, cada vez le preocupa más esto y se nota más nervioso.
  • Cuanto más preocupado está, más le cuesta concentrarse y he empeorado su rendimiento escolar.
  • Cada vez se siente más inseguro y eso hace que se esté aislando saliendo menos de casa.
  • No deja de pensar que se quedará solo y sin amistades.
  • Está más irritable y esto hace que discuta con su familia y le molesten más las actitudes del resto de personas de clase.

Los trastornos de ansiedad son muy comunes y pueden afectar a cualquier persona de cualquier edad y sexo.

Existen muchos tipos. Entre los más habituales se encuentran las fobias. Son miedos excesivos a objetos, situaciones o actividades específicas. Las más comunes son:

  • Claustrofobia: miedo excesivo a lugares cerrados como ascensores, cines, etc.
  • Agorafobia: miedo intenso a sentirse atrapado, a estar lejos de casa, a viajar en transporte público y a aglomeraciones. Incluye aquellas situaciones en las que puede ser difícil escapar o recibir ayuda en caso de sufrir una crisis. Impide hacer una vida normal. La sensación de seguridad se produce al estar en compañía, al tener acceso a una salida o a volver rápidamente a casa. Muchos casos empiezan tras la pérdida de un ser querido que socavaba la sensación de seguridad.
  • Fobia social: miedo, vergüenza a conocer a alguien, a usar el teléfono, a tener visitas en casa, a ser observado al hacer algo, a que “te tomen el pelo” y a hablar en público.

b. Depresión

La depresión es un trastorno emocional caracterizado por un grado de tristeza desproporcionada que afecta negativamente a la forma en que se siente, se piensa y se actúa. No es tener un día triste, es necesario que los síntomas duren en el tiempo (al menos dos semanas) y que interfieran en la vida cotidiana (trabajo o en el comportamiento en casa). Puede ser leve, moderada o severa.

Habitualmente incluye una combinación de los siguientes síntomas:

  • Tristeza o ánimo deprimido
  • Pérdida de interés o placer con actividades previamente placenteras
  • Cambios en el apetito: aumento o disminución
  • Insomnio o dormir en exceso
  • Falta de energía o aumento de fatiga
  • Sentimientos de minusvalía o culpabilidad
  • Dificultad para pensar, concentrarse o tomar decisiones
  • En casos graves, pensamientos de muerte o suicidio

Miren trabaja en un restaurante y lleva 6 meses en ERTE. Desde hace un mes...

  • Se encuentra muy desanimada, llora a menudo y solo le apetece quedarse en la cama.
  • Ya no disfruta nada cuidando sus plantas, su pasatiempo favorito y ha dejado de dar sus paseos por el bidegorri con su amiga Gotzone.
  • Se despierta a media noche y ya no puede conciliar el sueño.
  • Nota un nudo en el estómago y apenas tiene ganas de comer.
  • Empieza a pensar que nunca se va a recuperar.

Test de autoevaluación

Este sencillo y anónimo cuestionario te ayudará a evaluar la intensidad de tus síntomas. Las 9 primeras preguntas corresponden a la escala PHQ9 de depresión y las 7 últimas a la escala GAD7 de ansiedad. Tras completar las 16 preguntas, recibirás una valoración y unas recomendaciones personalizadas para poder mejorar esos síntomas.

El resultado es solo orientativo, no es un diagnóstico, en ningún caso sustituye a una valoración hecha por una o un profesional sanitario.

¿Qué puedo hacer?

Contar con la información y las técnicas necesarias para cuidar tu salud emocional, te ayudará a manejar las situaciones de malestar leve y moderado. Los hábitos que vayas adquiriendo repercuten en tu calidad de vida. Para sentirte mejor, puedes hacer muchas cosas por ti mismo o misma… ¡Anímate a empezar!

Recuerda que todas las emociones tienen una función.

Ante una emoción intensa o desagradable intenta lo siguiente:

  • Identifícala (“ponle nombre”). Se consciente de ella, de las sensaciones físicas, los pensamientos y las conductas que genera.
  • Acéptala sin juzgarla. Lo que se evita o se rechaza genera mucho malestar.
  • Afróntala y “exteriorízala” de una manera saludable. Expresar las emociones suele producir alivio. Habla con alguien de confianza, escribe un diario o usa recursos como la pintura o la música. También puedes hacer deporte o bailar...

Ante un pensamiento negativo sobre ti intenta lo siguiente:

  • Reconócelo.
  • Para el pensamiento.
  • Sustitúyelo por uno más respetuoso y amable.

Pautas de autocuidado

Te invitamos a que leas todo el apartado y selecciones 2-3 técnicas que consideres útiles y fáciles de aplicar, dado que no existe una receta única válida para todas las personas. Intenta ponerlas en práctica durante al menos 15 días antes de valorar si te ayudan o no. Aprender nuevas cosas e introducir cambios en nuestras rutinas requiere un tiempo. Es probable que los primeros días te cueste cumplir con tus propósitos o notar los beneficios. Si encuentras dificultades puedes pedir ayuda a alguna persona de confianza o apoyarte en las cosas complicadas que has logrado en tu vida (ejemplo: si pude aprender a nadar con 50 años, puedo aprender esto).

El autocuidado te ayuda a sentirte bien

Si te cuesta seleccionar, la siguiente información te puede servir de orientación:

  • Ante síntomas de nerviosismo, estrés o ansiedad elige los apartados sobre relajación, manejo de las preocupaciones o la resolución de problemas, además de los hábitos saludables.
  • Con síntomas de tristeza, preocupación o falta de motivación podrías empezar por mantenerte activo o activa, en contacto con los demás o la resolución de problemas, además de los hábitos saludables.
  • Si dudas sobre el tipo de síntomas que predominan en tu caso realiza el test de valoración.

Cuándo y dónde pedir ayuda

Es habitual tener épocas de cierto malestar emocional en las que se está más nervioso o nerviosa, triste o con menos energía. A menudo son pasajeras y se superan con recursos propios o con el apoyo de familiares y/o amistades. Si no es así, lo más adecuado es acudir a un o una profesional.

Icono pedir información

Solicita una valoración si:

  • Tienes síntomas emocionales que duran más de dos semanas.
  • Los síntomas son de mucha intensidad, aunque la duración sea menor.
  • No realizas con normalidad las actividades cotidianas.
  • Te cuesta mucho relacionarte con los demás.
  • No descansas de forma adecuada.
  • Has aumentado tu consumo de alcohol, drogas, o te estás automedicando.
  • Si presentas ideas de muerte o suicidio, pide ayuda lo antes posible.
  • Ante la duda, recuerda que siempre es mejor consultar

¿A quién acudir?

Si crees que necesitas apoyo profesional, solicítalo. La atención temprana facilita la recuperación.

Si no sigues ningún tratamiento anterior, ponte en contacto con tu Centro de Salud. Ofrecen ayuda por este motivo. Tu médica o médico te hará preguntas sencillas, sin obligarte a responder a aquello que no quieras y tratará lo que le expliques con total confidencialidad. Te dará información sobre lo que te ocurre y las mejores alternativas para recuperarte. En caso de necesitar otro tipo de tratamiento te derivará.

Si ya estás en tratamiento con algún o alguna especialista de salud mental y tu situación ha cambiado, pide hora y explícale cómo te encuentras ahora.

Situaciones de urgencia

Si la situación es de mayor relevancia (por ejemplo, ideas de suicidio que no puedes controlar), conviene que solicites una valoración de urgencia.

Te facilitamos diferentes opciones, busca la más se adecue a tus necesidades.

Consejo sanitario
900203050

  • Equipo de enfermería de Osakidetza
  • Atiende 24h
  • Gratuito

Centro sanitario
de urgencia

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