Gestión del tiempo asistencial para la coordinación sociosanitaria

Fecha de publicación: 

Equipo de Coordinación Sociosanitario

 Imagen de los colectivos diana sociosanitarios. Prioridades Estratégicas de Atención Sociosanitaria 2017-2020

Imagen de los colectivos diana sociosanitarios. Prioridades Estratégicas de Atención Sociosanitaria 2017-2020

El proyecto Tiempo de Trabajo Compartido Sociosanitario (abre en nueva ventana) (2018-2019), desarrollado de forma piloto en la comarca guipuzcoana de Goierri- Alto Urola, explora si la disposición de un tiempo de agenda compartido entre profesionales sociales y sanitarios facilita la coordinación de casos que requieren una atención social y sanitaria simultánea y estable.

La iniciativa forma parte de las Prioridades Estratégicas de Atención Sociosanitaria 2017-2020 (abre en nueva ventana), en concreto, de la tercera prioridad relativa a la estructuración sociosanitaria de la atención.

Se trata de un proyecto centrado en la coordinación sociosanitaria a nivel micro, representada por profesionales que se agrupan formando equipos multidisciplinares para la atención de personas con necesidades sociosanitarias. Estos equipos, principalmente formados por profesionales de la atención primaria social y sanitaria, son los actores protagonistas de las dinámicas que se producen en torno a la atención de las personas con necesidades de índole social y sanitaria, de sus familiares, de las personas que les cuidan o de su entorno comunitario.

Es, en este espacio de confluencia, en el que se generan importantes desafíos derivados de la complejidad de situaciones que requieren una respuesta conjunta por parte de profesionales pertenecientes a ámbitos, instituciones y sistemas distintos y, a menudo, distantes. Y, es en este espacio micro, en el que la coordinación efectiva es crucial para conseguir el bienestar de las personas con necesidades sociosanitarias y sus familias.

La puesta en marcha de mecanismos de coordinación, fundamentalmente en forma de protocolos, comisiones, así como de instrumentos comunes de valoración, ha servido para favorecer dichas sinergias, sin embargo, los/as profesionales implicados/as en los equipos sociosanitarios echaban en falta algo esencial en la práctica profesional diaria: tiempos de atención compartidos.

Diseño del proyecto

La falta de tiempo de atención conjunto se presenta como un obstáculo para la coordinación sociosanitaria, de ahí el interés por conocer si la reserva de un tiempo dedicado a la atención de estos casos podría facilitar el trabajo de los equipos, la comunicación y el registro de los casos y, en última instancia, mejorar la coordinación y la atención a las personas con necesidades múltiples y sus familias.

Desde esta perspectiva, se diseña un piloto que pretende impulsar la actividad de los equipos sociosanitarios a partir de la habilitación de un tiempo compartido en las respectivas agendas de los/as profesionales sanitarios y de los/as sociales; dedicado al abordaje conjunto de los casos sociosanitarios de su entorno; apoyándose para ello, en el instrumento común de valoración InterRAI CA.

El proyecto debía contemplar la existencia y utilización de instrumentos de coordinación y valoración sociosanitaria de modo que su diseño metodológico se definió en base a tres premisas:

  1. La existencia de protocolos de coordinación sociosanitaria en el territorio seleccionado, que regularan y normalizaran el trabajo de los equipos de atención primaria sociosanitarios.
  2. La utilización de instrumentos comunes de valoración sociosanitaria (InterRAI CA), como génesis de un sistema de información compartido por los/as profesionales de los distintos ámbitos implicados.
  3. La voluntad y predisposición de los/as profesionales y el liderazgo del equipo directivo de las organizaciones para emprender esta iniciativa y aprender de la misma.

Así, se opta por la comarca guipuzcoana de Goierri Alto Urola; en tanto que, por un lado, cumple con las características básicas señaladas y, por otro, profesionales de atención primaria de dicha comarca fueron precursoras en el establecimiento (previo al piloto) de ese tiempo compartido para la atención sociosanitaria, anticipando y evidenciando la necesidad abordada mediante este proyecto.

En lo relativo al alcance, han participado en el piloto aproximadamente una veintena de profesionales, provenientes de servicios sociales y de los servicios sanitarios de la Comarca del Goierri Alto Urola; estableciéndose un periodo de pilotaje de 12 meses para el testeo de la experiencia (del 30 de octubre de 2018 al 30 de octubre de 2019).

Resultados

Con todo, la experiencia pilotada ha permitido tomarle el pulso al latir de los equipos de atención sociosanitarios e identificar las bondades y las deficiencias del modelo de atención sociosanitario a partir de las que plantear recomendaciones o áreas de mejora (ver análisis DAFO del informe).

Los resultados del informe señalan un diagnóstico inicial caracterizado por la dispersión y variabilidad en relación a las intervenciones desarrolladas por los equipos sociosanitarios, con un protocolo de coordinación que, sirviendo de marco para las intervenciones de los municipios y centros de salud de la comarca; no guía las actuaciones de éstos en base a criterios comunes y replicables y que, da cuenta de una heterogeneidad de formas de provisión de la atención sociosanitaria, que sumado a la escasa sistematización de la información (bien por el desuso de instrumentos comunes o bien, por la falta de registro de la información sociosanitaria), hace difícil ofrecer una respuesta eficiente a las múltiples situaciones de necesidad sociosanitaria.

Sin embargo, la evaluación de la experiencia pilotada ha servido para poner en valor lo que podría considerarse la génesis de toda intervención sociosanitaria: COMPARTIR, en este caso, tiempo. Así, a pesar de no haberse obtenido una N que ofrezca datos significativos, dicha experiencia ha tenido una repercusión importante tanto por los aprendizajes obtenidos como por el impacto en la atención prestada.

En primer lugar, ha servido para tener un mayor conocimiento de los/as profesionales que conforman los equipos de atención sociosanitarios. Este hecho puede parecer básico pero el contacto con profesionales de otros ámbitos a menudo puede ocasionar disrupciones (la interrupción espontánea de una llamada telefónica), y/o cierta desconfianza (por la solicitud de información sensible), que pueden ser superados con un contacto más estrecho en un tiempo de trabajo conjunto.

En segundo lugar, la proveniencia de distintas organizaciones, con recursos, intervenciones y tiempos de atención diferentes, dificulta el ofrecer una respuesta coordinada y dilata los tiempos de la misma. La proximidad de un equipo coordinado en torno a la persona así como la garantía de un espacio de tiempo compartido para la valoración, estudio, visita o seguimiento, abre nuevas vías en el modelo de atención sociosanitario que permiten ofrecer respuestas ágiles e integrales a las personas y sus familias.

En tercer lugar, el tiempo de trabajo compartido por los/as profesionales que integran los equipos sociosanitarios dota a la atención sociosanitaria de rigurosidad y compromiso con el trabajo ajeno, respetando la identidad profesional de cada integrante pero ofreciendo una coordinación que garantiza la continuidad de cuidados.

Asimismo, la creación del denominado “acto SOCIOSANITARIO” en las Unidades de Atención Primaria de la Organización Sanitaria Integrada Goierri-Alto Urola, ha contribuido a visibilizar la actividad de los equipos sociosanitarios al poder registrar los actos de agenda destinados a la coordinación, el tiempo dedicado a ello así como el medio utilizado (telefónico o presencial); consiguiendo de esta manera, dotar de contenido a lo sociosanitario al crear un espacio donde canalizar las necesidades surgidas, comunicar nuevas, presentar nuevos casos o hacer seguimiento de los existentes.

Finalmente, permite también organizar más eficientemente el tiempo asistencial y facilitar la coordinación de los/as profesionales implicados. Según los datos disponibles (noviembre de 2019), desde la puesta en marcha de este “ACTO”, se han registrado 127 citas presenciales y 90 citas telefónicas, atendiéndose un total de 84 pacientes de manera presencial (en consulta) y 87 pacientes a través de consultas telefónicas (ver Anexos del informe). Asimismo, la mayoría de equipos sociosanitarios que han participado en el pilotaje han establecido la pauta de realizar reuniones mensuales de 2 horas de duración.

La evaluación de los y las profesionales que han participado en la experiencia es también positiva, manifestando el 100% de las personas encuestadas que la coordinación sociosanitaria ha mejorado mucho a partir de la disposición de tiempo de agenda compartido y consideran que esta iniciativa facilita mucho (67%) o bastante (33%) el trabajo de los equipos sociosanitarios. Asimismo, ante la pregunta sobre si el tiempo compartido facilita la toma de decisiones de los/as profesionales implicados, el 100% de las personas encuestadas ha señalado que facilita mucho (50%) o bastante (50%) la toma de decisiones. En cuanto a la utilidad, el 100% de los/as profesionales que han contestado el cuestionario consideran que la disposición de ese tiempo compartido ha servido para evaluar más casos sociosanitarios y planificar mejor los mismos.

Por último, el informe se cierra con un conjunto de recomendaciones que fruto de la experiencia pilotada, permiten la mejora y la adopción de la misma en otras organizaciones.

Para más información puede consultar el Informe sobre Tiempo de Trabajo Compartido Sociosanitario publicado en el espacio de ‘Planes y proyectos’ del portal de Atención Sociosanitaria (abre en nueva ventana).